La reclamación de deudas resulta común en los últimos tiempos y los acreedores optan por diversas formas de plantearlas. Dos empresarios de Nigrán, cuyas compañías se afincan en Oia, protestan ante un restaurante de la céntrica calle baionesa Ramón y Cajal, propiedad del exalcalde Benigno Rodríguez Quintas, para exigirle que abone los importes de las reformas del pazo Cadaval, que también le pertenece y que funciona desde hace dos años en A Ramallosa.

José Carlos Magallanes regenta la compañía Construsur Oia y asegura que Rodríguez Quintas, quien ayer se encontraba ilocalizable, le debe 45.000 euros por las obras, una deuda que "ahoga" a su compañía, que se ha visto obligada a reducir su plantilla de 10 a 3 empleados en los últimos meses. Este constructor inició la protesta el pasado sábado y, al parecer, el exalcalde lo denunció ante la Guardia Civil, que ayer acudió a identificar a los dos manifestantes.

Santiago Cabreira, el otro empresario que se unió ayer a la protesta, se encargó de la instalación eléctrica del edificio y asegura que Rodríguez Quintas le adeuda 18.000 euros. Su compañía, Instalcabreira también ha tenido que mermar. De los tres empleados con los que contaba solo queda él mismo.

"Estaremos aquí hasta que pague y, si no lo hace, tendremos que acudir a la vía judicial", advertían ayer ambos.