La crisis del BNG golpea fuerte a la formación en la comarca del Val Miñor, y en especial al municipio donde esta alcanza sus mayores cotas de representación política: Gondomar. Tras décadas de crecimiento en número de votos, e incluso después de lograr la Alcaldía en 2007, la coalición nacionalista se quedará en las próximas semanas sin representación municipal en la Corporación gondomareña, además de perder hasta el ochenta por ciento de sus afiliados en este ayuntamiento. Un total de cuarenta militantes, entre ellos los cinco concejales del grupo municipal, han decidido abandonar el partido al considerar que ya no tienen cabida en un proyecto político "agotado". Culminan así dos meses de reflexión desde que la corriente de la UPG consolidó su poder en la organización política en la asamblea nacional de Amio el pasado enero.

Además del abandono masivo de las siglas que desde 1982 aglutinan a diversas corrientes del nacionalismo gallego, la asamblea local gondomareña acordó que los cinco ediles –el exalcalde Antonio Araúxo, el exportavoz Pauliño del Río, María Luisa Varela, Fátima Rodríguez y Emilio García– continúen en la Corporación para "defender el programa" con el que se presentaron a las elecciones al considerar que tienen "la obligación moral" de hacerlo. Para ello, y para formar parte de un "nuevo proyecto político para Galicia, participado por la ciudadanía y pensado para el siglo XXI", los miembros "salientes" del Bloque crean la Asemblea Nacionalista de Gondomar, una agrupación que ya colabora con el Novo Proxecto Nacionalista Común do Val Miñor-Oia y que no descarta concurrir a las elecciones autonómicas junto con otras organizaciones nacionalistas escindidas del BNG. Y es que entre los miembros del grupo gondomareño, se encuentran simpatizantes de Máis Galiza, Encontro Irmandiño y numerosos independientes.

El hasta ahora responsable local, Pepe Valverde, que también abandona la formación, explica que la asamblea gondomareña llegó a la conclusión de que "ya no merecía la pena seguir en un grupo que se encerró más en si mismo en la asamblea de Amio, en lugar de buscar la interacción con la sociedad gallega".

30% de los votos

Para los nacionalistas gondomareños, la asamblea nacional que dio la victoria a la UPG excluyó al pluralismo político "que hasta ahora era la seña de identidad del BNG". Por eso, "sin negarle la legitimidad a lo acordado en Amio, no queremos ser sujetos pasivos ni gastar energía en discusiones estériles en un proyecto que se desvanece desde hace años sin que su dirección hiciese nada por evitarlo, ni siquiera haciendo una mínima crítica interna o un esfuerzo por el consenso".

La formación nacionalista se queda así con una docena de militantes en el municipio condal, puesto que antes de esta marcha en bloque ya se había producido alguna baja. Todo ello, pese a que la agrupación nacionalista gondomareña había alcanzado el treinta por ciento de los votos en las últimas citas electorales municipales, el mejor resultado porcentual del partido en el área de Vigo.