La oferta turística de Nigrán registrará un importante revulsivo el próximo verano. Después de nueve años de abandono, el pazo de Cea, construido en el siglo XVI por orden del abad de San Félix, reabrirá sus puertas el día 2 de junio completamente rehabilitado y convertido en un hotel rural de cuatro estrellas especializado en la organización de toda clase de eventos. El recinto, declarado monumento histórico artístico y bien de interés cultural, recuperará su esplendor gracias a la iniciativa de la sociedad viguesa Organiza Nigrán S.L., compuesta de seis miembros, que puso en marcha hace dos años el proyecto que vive ahora su fase de mayor actividad con las tareas de rehabilitación de los inmuebles y los jardines y la construcción de un pabellón, camuflado entre la vegetación, para albergar las celebraciones.

Cuarenta operarios trabajan en la finca de 44.000 metros cuadrados con el máximo respeto a las edificaciones originales por tratarse de elementos patrimoniales, según explica la administradora de la sociedad promotora, Mariqui González Cominges. El proyecto que dirige el arquitecto Martín Cominges con el apoyo del aparejador Javier Pozo contempla la recuperación tanto del propio pazo –un edificio en forma de ele con patín y escalinata– como de las otras tres casas, la capilla, el palomar, el hórreo, el lagar, la fuente blasonada y los distintos jardines a los que se une una carballeira.

Apertura parcial para eventos

El complejo señorial se pondrá en marcha de manera parcial, solo para el desarrollo de eventos, este verano. Los promotores tienen ya 16 bodas confirmadas, varias cenas benéficas, una entrega de premios y numerosas solicitudes de comidas y cenas.

El hospedaje quedará pendiente para diciembre de este mismo año. Al terminar la época estival, el recinto quedará cerrado con el fin de retomar las obras para habilitar las 17 habitaciones, repartidas entre el propio pazo y las otras tres viviendas de la finca, según explica Mariqui González Cominges.

Una estrella Michelín

El hotel no solo dinamizará el turismo nigranense, sino también la actividad económica. La sociedad promotora espera contar con una plantilla de diez personas, para atender el hotel, un número que se verá incrementado considerablemente para las convenciones, bodas u otras reuniones.

No solo la belleza de esta joya patrimonial aportará prestigio al negocio, sino también su cocina. La prestigiosa Casa Solla de Poio, que dispone de una estrella Michelín, se encargará de los menús.