Lola Rodríguez lleva 20 años arrancando al mar uno de sus tesoros gastronómicos más preciados, exponiéndose al frío y a la fuerza de las olas y bregando con un mercado que no acaba de recompensar su esfuerzo. Lola, percebeira de O Rosal, reconoce que ya no acude a las subastas en la lonja de A Guarda, que le hace daño comprobar el escaso valor que dan al fruto de su trabajo y que prefiere "no pensar".

Andrea Diz, su hija, también se dedica a la extracción del percebe desde hace dos años. Tiene 21 –recién cumplidos ayer– y sigue los pasos de su madre tras dejar los estudios y porque "no hay nada mejor", asegura. Ambas comparten preocupaciones, pero desde hace unos meses también la esperanza de poder cambiar las cosas, de tomar las riendas de su futuro y mejorar su situación.

Con ellas, otros tres percebeiros de Oia y A Guarda –Xabier Garrido, Emilia Andrade y Benito Guerrero– integran el proyecto A Percebería, una cooperativa con la que los cinco asumen el reto de extraer y comercializar el producto de forma directa, "sin intermediarios" y a un "precio razonable", a través de una página de internet que tienen casi a punto: www.aperceberia.com.

Pero para que el cambio que ansían se produzca han querido añadir un ingrediente más a su iniciativa, que Benito Guerrero definía ayer como "una experiencia única". Pretenden que sus potenciales clientes se enfunden el traje de neopreno y vivan la experiencia desde dentro, que se acerquen con ellos a las rocas, que sientan los embates del mar y conozcan de primera mano cómo se realiza la extracción.

"Tiempo después recibirán un correo electrónico cuando hayamos extraído percebes de la roca que visitaron, se los ofreceremos, los comprarán y al abrir la caja en su casa recordarán la experiencia y la compartirán en la mesa con otros que también querrán venir", explica Benito Guerrero.

Pretenden divulgar también la tradición y el patrimonio natural del litoral, identificando cada partida de percebes "con la roca de la que procede y el lugar exacto en el que se encuentra", apunta Guerrero. Además, al espacio que abrirán en internet esperan sumar dentro de un tiempo un local físico donde ofrecer información o incluso comercializar producto.

Para ello, los miembros de A Percebería se han preparado a conciencia mediante cursos de promoción turística y de gestión de cooperativas y han buscado la ayuda de expertos en organización de eventos.

También han colaborado con ellos los ayuntamientos de la zona, cuyos alcaldes asistieron ayer a la presentación del proyecto, celebrada en el hotel Talaso Atlántico de Oia, que a partir del próximo martes ofrecerá un menú degustación a sus clientes que incluye percebe en todos sus platos a un precio de 29 euros.