Lori Riveiro y su marido llevaban veintiún años dedicándose a la bioconstrucción y a la agricultura ecológica cuando hace tres años decidieron poner en marcha un biohotel, el primero de España, y para hacerlo eligieron el barrio de Santa Baia do Mato, en la parroquia mondarizana de Lougares.

Han convertido la aldea rural da Pedreira, integrada por cinco casas de piedra, en biohotel. La más grande de las viviendas, la alquilan por habitaciones y, las demás se reservar completas. Aunque se están expandiendo entre el público gallego, la mayoría de sus usuarios son extranjeros y dentro del territorio nacional destacan los catalanes.

Han restaurado todas las viviendas utilizando pinturas y maderas ecológicas, además de piedra y corcho como aislante. Además, el circuito eléctrico está instalado en espiga, "no hacemos circuitos cerrados para evitar campos magnéticos y favorecer el descanso", explica Lori, la gerente. En sintonía con su filosofía, ninguna de las habitaciones tiene televisión, sin embargo los huéspedes disponen de una biblioteca común con "lareira" para fomentar la lectura.

Las casas conservan su estructura original con grandes ventanales para aprovechar la luz natural. La ropa de cama es de algodón cien por cien blanca y lavada con jabón ecológico. Además, los colchones son viscoelásticos de soja.

Platos biovegetarianos

En el restaurante, toda la comida que incluye la carta está cocinada con alimentos bio-ecológicos. Para ello, en la aldea cuentan con una hectárea de huerta en la que cosechan sus propios vegetales y frutas. "Si no nos llega lo que producimos nosotros, lo compramos a agricultores de la zona que también tengan certificación ecológica", comenta Lori. Además, en el apartado de bebidas ofrecen todo sin alcohol; vinos y cervezas.

Han recuperado una aldea tradicional gallega y ofrecen a sus clientes estar desconectados del ajetreo de las ciudades, sin embargo, están a la última en tecnología, tienen página web y venden online los productos de su tienda ecológica que ellos mismos preparan y envasa.

En la carta encontramos platos tan inusuales como tofu en escabeche, callos vegetarianos, zorza gallega de seitán o seitán a la vizcaína. "Nuestra cocina es vegetariana pero de preparación occidental no oriental como la mayoría, los platos los elaboramos con proteínas vegetales dándole sabores cercanos, con recetas tradicionales gallegas", explica Lori.

Para pasear, la aldea dispone de 7.000 metros cuadrados de jardines con mil rosales y plantas medicinales. "Cuando cocinamos, en lugar de utilizar especies usamos plantas medicinales porque de este modo además de alimentarnos estamos tomando una medicina beneficiosa para nuestra salud", comenta la gerente.

Esta alternativa innovadora de turismo rural también incluye una escuela de salud. Los huéspedes pueden asistir a seminarios impartidos por expertos en medicina natural. Un naturista y un olístico que enseñan a los inquilinos a prevenir enfermedades alimentándose bien, o a mejorar esa enfermedad si ya de padece. Por su parte, Lori dirige la escuela de cocina, donde además de nutrición, enseña a sus alumnos a reconocer las distintas plantas medicinales y sus propiedades.

En Pedreira Calma colabora toda la familia, Lori, su marido Luis y sus dos hijos. "Esta es nuestra filosofía de vida, como hemos vivido siempre, y no porque ahora esté de moda", asegura Lori Riveiro.