El líder del Partido Popular de Redondela, Javier Bas, tomó ayer el bastón de la Alcaldía para dar paso a una nueva etapa en el municipio, después de tres décadas de gobiernos socialistas con Xaime Rei al frente. Los populares afrontan un periodo de cuatro años de gobierno en minoría gracias a los diez concejales logrados en las pasadas elecciones, frente a los ocho del PSOE, dos del BNG y uno de la Agrupación de Electores (AER).

El acto de investidura siguió el guión establecido hace días, desde que AER –que tenía en sus manos la "llave" del gobierno– hizo pública su postura de abstenerse en la sesión. Esta decisión dejaba vía libre a los populares como lista más votada, aunque a partir de ahora no lo tendrá nada fácil, puesto que cualquier decisión durante el mandato requerirá del apoyo de alguno de los grupos de la oposición.

"Doy gracias a los vecinos, a Jaime [Rei], a Amado Ricón [el exalcalde del PP que gobernó en 1996 durante tres años al prosperar una moción de censura con el apoyo de un tránsfuga] y a mi familia, que tanto me apoyaron", fueron las primeras palabras del nuevo regidor tras recibir el bastón de mando de manos de su antecesor en el cargo, Xaime Rei, que disfrutó ayer de su último acto público relacionado con la política.

Los nervios le jugaron una mala pasada a Bas en su intervención, al considerar un "horror" [lapsus que enseguida corrigió por honor] y una "responsabilidad" el haber sido elegido como alcalde. "Dedicaré todos mis esfuerzos para que el cuarto municipio de la provincia esté en el lugar que se merece desde el punto de vista institucional y de calidad de servicios, para lo que pido apoyo y colaboración de los partidos políticos y colectivos vecinales para trabajar por cada una de las catorce parroquias. Hay que luchar por lo que nos une a todos, por una Redondela con mayúsculas y sin complejos, y vamos a conseguirlo", señaló ante el aplauso generalizado de todo el auditorio.

El concejal de AER, Jorge Varela, conocido como "Chopi", se sentó en la mesa presidencial como el más joven de la corporación y en su intervención para jurar el cargo se quejó de que muchos vecinos se quedasen fuera de la sala por la limitación del aforo. "Es injusto que no dejen pasar a la gente", lamentó Varela. Como anécdota, durante el juramento fue el único de toda la corporación que omitió la promesa de guardar "lealtad al Rey".