El río Miño cuenta desde ayer con las primeras lampreas que exhiben su marca registrada y etiqueta con garantía de procedencia "RM Río Miño". Las primeras, pescadas por Benito Guerreiro y Samuel Martínez, han sido adquiridas por el Parador de Turismo San Telmo de Tui y por restaurante Amandio de Caminha (Portugal).

La presentación de este sistema se realizó en el Acquamuseu de Vila Nova de Cerveira (Portugal), con asistencia del presidente de la Cámara Municipal, José Manuel Vaz Carpinteira y de la alcaldesa de Tomiño, Sandra González; representante de Turismo de la Región Norte de Portugal; Comandante Naval del Miño Fernando Ganges Fernández de la Fuente; concejales de Tomiño, O Rosal y A Guarda; y una nutrida presencia de medios de prensa portugueses.

El periodista Miguel Vila, especialista en restauración confirmó que esta marca "servirá a los consumidores para saber lo que comen", en un momento en que la lamprea empieza a apreciarse en restaurantes de otros lugares de España. Citó incluso que Ferrán Adriá la ha probado y encontró similitudes en su sabor con algún tipo de caza.

Benito Guerreiro, pescador y uno de los promotores, presentó a su equipo formado por Rafa Couto (ingeniero informático) y Fernando, que es el diseñador del logotipo. A través de imágenes de ordenador, explicaron el proceso que se basa "en la confianza" y cuyo fin es garantizar la procedencia de la pieza para dar valor a la producción local, promoviendo su calidad.

El saco sellado y etiquetado con las lampreas en su interior se abre. Mediante una máquina diseñada a medida, se perfora la aleta de la lamprea con forma de la marca. Se le coloca además una etiqueta con código donde figura la identidad del pescador, la fecha, hora y lugar de la captura, número de serie y código QR. Esta información se traslada a la página web donde queda registrada, sabiendo que cada etiqueta figura con un código único asociado al lote sellado y entregado por pescador.

En la página web el consumidor tiene la fecha de pesca e incluso puede elegir la pieza a través de Internet. El sistema informático permite su ampliación para facturación y otros usos.

Benito Guerreiro precisó que inicialmente hay cuatro pescadores y dos restauradores usuarios del sistema. En ambos casos es necesario la firma previa de un contrato con una serie de requisitos, para "la protección de las personas implicadas". Tendrán sistema de auditoría interna y se brindan a quien lo desee realice una auditoría externa. En todo caso, afirmó "las personas que entran en este proyecto son gente comprometida. Si se detectasen malas prácticas se expulsarían a aquellos actores que estén defraudando", precisó. El coste de la marca y etiqueta supone 1,5 euros por pieza.