El fondo de la bahía de Baiona esconde tesoros de incalculable valor histórico. La importancia de la villa como puerto comercial y pesquero a lo largo de los siglos hacía prever la existencia de grandes yacimientos y esta sospecha ya está confirmada. Buzos expertos en la materia comprobaron ayer, a simple vista, la presencia de miles de piezas de distintas épocas en las proximidades del paseo marítimo, entre la playa de A Ribeira y el pantalán de la carabela La Pinta. La de ayer fue una prospección inicial, encargada por Portos de Galicia, antes del próximo traslado de la réplica de la nave que trajo la noticia del Descubrimiento a su futuro emplazamiento, para que vecinos y visitantes la contemplen más de cerca cuando caminen por las céntricas calles de la villa real.

Un equipo de submarinistas dirigido por Miguel San Claudio, una autoridad en Galicia en materia de arqueología submarina, se sumergió al mediodía en las mencionadas aguas. No utilizaron maquinaria especializada porque se trataba de una primera toma de contacto con la zona, pero ya se percataron de la trascendencia del hallazgo y así se lo informaron al alcalde, Jesús Vázquez Almuiña.

Los buzos todavía no han podido precisar qué tipo de piezas descansan en el fondo de la bahía, pero sospechan que se trata de material cerámico de uso cotidiano y elementos relacionados con la navegación. El dragado del entorno permitirá sacar a la luz los objetos y analizarlos con más precisión.

De tres a cinco metros

Y es que el calado de la zona donde pretende amarrarse La Pinta ofrece solo tres metros, profundidad insuficiente para mantener la embarcación a flote. Así que una draga operará en el lugar en el plazo de dos a tres semanas, precisó Vázquez Almuiña, y extraerá dos metros más de arena para lograr los cinco metros de profundidad.

Será entonces cuando se lleven a cabo las extracciones del hallazgo y se cataloguen las piezas. Según las previsiones de Vázquez Almuiña, algunas de ellas podrían formar parte del futuro Museo de la Navegación de Baiona, cuyo proyecto museístico está a punto de finalizar para inaugurarlo en breve en las instalaciones de la Casa Carvajal.

Todavía no es posible precisar de qué fechas podrían datar las piezas que ayer observaron los buzos. Algunos pueden pertenecer incluso a la época romana, puesto que ya se han retirado algunos artículos de dicha etapa en la ensenada.