Redondela

Olor a champán en la gasolinera de Pazos

Una empleada de la estación de servicio soñó con el 00147, compró cinco décimos y reparte 500.000 euros

IVÁN LEIS - Pazos de Borbén

El champán corrió ayer por el suelo de la estación de servicio “A Chan” de Amoedo, tocada por la fortuna de la mano de una de sus empleadas, Sonia Lorenzo. Esta vecina de Moscoso hizo realidad su sueño de que le iba a tocar la lotería y además hizo partícipes a cuatro clientes y amigos. Su clarividencia con el número 00147 les ha reportado en conjunto 500.000 euros, al ser el segundo premio de la Lotería de Navidad.

Una noche del pasado mes de noviembre, Sonia soñó con ese mágico número: el 00147. “Cuando llegué a la gasolinera por la mañana, lo anoté en un papel por si se me olvidaba”, contaba ayer a FARO con sorprendente aplomo. “Se lo conté a mi marido y me dijo si estaba de coña, que era feo y que si no tenía otro mejor; es el que soñé y decidí comprarlo”, contestó.

Sonia consultó por Internet en qué administraciones de Lotería vendían ese extraño número: “En Santiago lo tenían y se agotó; en Barcelona pasaba lo mismo; finalmente pregunté en ‘Doña Amparito’ en Madrid y le pedí cinco décimos”. Pagó los 100 euros en una oficina de Correos “y la señora me los envió”.

Con el soñado 00147 en su poder, Sonia comenzó a repartir algunos décimos entre amigos y clientes de la gasolinera. Con unos se intercambió números; otros le pagaron lo que costaba. “Todos son conocidos nuestros y sabían que lo había soñado”, comenta la adivina afortunada.

Desde la cocina

Ayer, mientras los niños de San Ildefonso cantaban premios por televisión Sonia preparaba la comida en la estación de servicio, situada en el polígono industrial de Pazos de Borbén y que tiene anexa una cafetería. Eran las 10.52 de la mañana. “Escuché 00147 y pensé ¿habré oído bien? Salí de la cocina y le pregunté a mi compañera que número había salido; me contestó ‘147’ y dije ‘ése es el que yo tengo”.

A partir de ahí se desbordó la alegría en la gasolinera. Sonia llamó inmediatamente a su hijo y a su marido para que fueran a visitarla. Los amigos agraciados fueron apareciendo enseguida. “Tuve que llamar a nuestra cocinera que acababa de empezar las vacaciones porque ya no atinaba en la cocina”, dice Sonia.

A la empleada de la estación de servicio no parecía sorprenderle tanto la cantidad ganada (100.000 euros por décimo) como el hecho de haberlo soñado. “Aunque fueran 300 euros, que haya soñado el número es lo que más me motiva”, dice.

Asegura que pese al importe del premio seguirá trabajando en la gasolinera como ha hecho en los últimos diez años. Aún no sabe en qué empleará el dinero. “Tengo agujeros que tapar... y unas vacaciones”.

Llantos de alegría

Entre los amigos agraciados con este premio de la Lotería gracias al sueño de Sonia hubo ayer llantos de alegría. Isabel Vidal, vecina de Soutomaior, enseguida se presentó en Amoedo para abrazar a la empleada de la estación de servicio. Emocionada, recordó que “aún ayer (por el lunes) vine de casualidad y ella me ofreció el número, dije que el 00147 era feo pero contestó que esos son los que tocan y me lo llevé, qué suerte tuvimos”. Al escuchar por televisión que era el segundo premio “no me lo creía... aún no me lo creo”, dice entre lágrimas. Al preguntarle en qué gastará los 100.000 euros, duda: “Hay tanto hueco que tapar... eso son 16 millones de pesetas ¿no?”.

Otra de las afortunadas que se personó en la gasolinera era Mercedes Rey. Afónica de pura emoción, explicó que también ella tuvo un sueño, en este caso con el 0. “El 7 siempre me gustó y por eso se lo cogí (a Sonia), pero yo soñé que tocaba el 0 y fui a Redondela a buscarlo”. Por lo visto también Mercedes tiene dotes de adivina pues en efecto el Gordo terminó en 0, pero su número sólo tuvo el reintegro.

Mientras, el olor a champán se extendía por la gasolinera.

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