"Estamos aislados y los ruidos nos enloquecen"

Se resignan a las molestias, pero no por ello dejan de quejarse. Primero sufrieron las incomodidades de la polvareda durante el verano y ahora llevan tres meses agobiados por los ruidos y el trastorno de no poder acceder a sus casas en coche, a no ser que den un rodeo kilométrico. "Estamos aislados y los ruidos nos enloquecen", protesta un grupo de vecinos que prefiere no identificarse. Otra afectada se queja de los daños causados a los muros. "Esperamos que los arreglen", dice.

El delegado de UPyD en Baiona, Antonio Amorín, lamenta la situación y la atribuye a una "mala gestión" por parte del gobierno local, que debería haber realizado los trabajos por tramos para garantizar el acceso a los vecinos.

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