Los protocolos que pone en marcha la Consellería de Medio Rural para frenar la plaga del pino en Galicia afectará a zonas de Portugal próximas a la frontera, que no están afectadas por el gusano que destruye las coníferas. La segunda área establecida por medio rural, de 20 kilómetros alrededor de la zona afectada, llega al país vecino.

El delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, presidió ayer una reunión entre los responsables de Medio Rural y los alcaldes de Salvaterra y As Neves, municipios afectados por esta plaga del nematodo del pino, que la Xunta pretende frenar con un protocolo de actuación.

Las medidas a poner en marcha serán explicadas a los vecinos el próximo viernes, día 10, en reuniones que tendrán lugar en Salvaterra y As Neves.

A estas citas estarán invitados los vecinos que tengan en sus propiedades pinos, cipreses o abetos en las parroquias de Leirado, San Salvador y Meder de Salvaterra y Taboexa de As Neves. Las reuniones tendrán lugar a las 19.00 horas en la Casa de la Cultura de Leirado de Salvaterra de Miño, y las 20.30 horas, en el Centro Cultural de Taboexa en As Neves

Según informó ayer la Xunta, a mayores, la Consellería de Medio Rural también mantendrá un encuentro mañana en la Delegación de la Xunta en Pontevedra con el sector de la madera para darle traslado de las medidas tomadas por la administración autonómica para frenar la presencia del patógeno y erradicarlo en Galicia.

Los alcaldes de Salvaterra y As Neves, Arturo Grandal y Emilio Castro, fueron informados ayer de la situación por la subdirectora xeral de Apoyo a las Explotaciones Agrarias, Patricia Ulloa, así como por los responsables de la jefatura territorial de Medio Rural de Pontevedra.

Desde este departamento se explicó a los regidores de los ayuntamientos donde se detectó lo brote que las acciones puestas en marcha por la Xunta supusieron el establecimiento de dos áreas de trabajo, una más cerca del punto en el que aparecieron los patógenos y otra más alejada de seguridad.

De este modo, la primera de las áreas supondrá una afectación de un kilómetro y medio alrededor del área en la que se localizó la plaga y la segunda de 20 kilómetros, que es la que afecta a territorio portugués.

En la primera área se harán labores de erradicación y solo podrán cortar los árboles los responsables de la Consellería. En este entorno se verán afectadas unas 300 hectáreas de pino. En la segunda área, denominada zona demarcada, todo el movimiento de madera estará bajo control "y en este punto se necesitará de un permiso especial de la Jefatura Territorial de Medio Rural para poder hacer los cortes de los árboles", explicó Patricia Ulloa, "ya que la madera seca debe ser destruida pero la verde aun se puede utilizar siempre y cuando sea tratada y para eso se están llevando a cabo inspecciones en los aserraderos de la zona para garantizar que se cuenta con el horno adecuado, ya que el parásito no puede sobrevivir a la determinadas temperaturas".