La aparición de cuatro caballos muertos en los montes de Amoedo (Pazos de Borbén) y Ventosela (Redondela) ha causado desconcierto entre los vecinos de ambas parroquias. El malestar existente en los últimos meses entre los propietarios de fincas de cultivo por los destrozos causados por los equinos en los campos de maíz hace sospechar que la muerte de los animales no se deba a causas naturales.

El presidente de la Comunidad de Montes de Amoedo, Manuel Fernández, considera que la muerte de los cuatro equinos “no puede ser una coincidencia” y recuerda que el ganado en libertad lleva tiempo causando molestias en la zona al acercarse a los núcleos urbanos, que se suman las quejas por los destrozos que provocan en las huertas y fincas particulares, sin que los propietarios de los animales hagan nada por evitarlo. “Sin realizar un análisis a los restos de los animales no se puede saber las causas de su muerte, pero sería demasiada coincidencia la muerte de cuatro caballos en tan poco tiempo por causas naturales”, explica Manuel Fernández, que no descarta que se pueda tratar de un caso de venganza por los daños causados.

No es la primera vez que el ganado salvaje causa problemas en la parroquia de Amoedo. A finales de 2008 aparecieron tres vacas abatidas a disparos en la parroquia, posiblemente por algún vecino indignado por la falta de actuación de las administraciones públicas para atajar el problema.

Los daños causados por el ganado salvaje obligaron el pasado año a los comuneros de varias parroquias -Amoedo, Fornelos, Calvos, Ermida, Moscoso, Xunqueiras, Borbén y Pazos- a prohibir el pastoreo sin control por sus montes y a unirse para contratar a una cuadrilla especializada para capturar el ganado para su posterior subasta o sacrificio. Sin embargo, no llegaron a actuar por la falta de permisos por parte de las autoridades.

Los restos de un animal se descomponen desde hace un mes en la “ruta das pedras”

La Asociación de Vecinos de Ventosela denuncia la presencia de un caballo muerto en las inmediaciones de la “ruta das pedras” desde hace un mes sin que nadie se haga cargo de su retirada. El colectivo vecinal comunicó la situación del animal al Seprona, aunque no se hicieron cargo de su retirada al ser una competencia del Concello, en este caso de Pazos de Borbén, puesto que se encuentra en la parroquia de Amoedo.

Los vecinos reclaman que se proceda con urgencia a retirar los restos del equino por el olor y mala imagen en una zona muy transitada por senderistas.