La afición a las peleas de gallos en Galicia y Asturias reúne casi siempre a los mismos participantes. Al menos eso se desprende de la investigación desarrollada por la Policía Autonómica que el sábado pasado abortó el III Campeonato de Gallos de Pelea de Galicia que se celebraba en un galpón de la parroquia de Saxamonde, en Redondela, y sorprendió "in fraganti" a los participantes.

Entre las más de treinta personas identificadas por los agentes en el ring habilitado, con galleras, sillas y bancadas, en el galpón de Redondela, figuran integrantes de una red organizadora de peleas de gallos desmantelada en Ferrol en 2008, tras ser sorprendida por la Policía Nacional en una casa del barrio de San Xoán donde se celebraba un combate de aves. No eran los únicos conocidos de las fuerzas de seguridad, pues también participaban personas vinculadas a un grupo asturiano que en su día fue juzgado y multado por organizar eventos similares en el Principado.

Pese al origen caribeño y mexicano del combate a muerte de las aves con apuestas de por medio, la mayoría de los asistentes al Campeonato Gallego de Peleas de Gallos en Redondela eran ciudadanos españoles, salvo media docena de extranjeros. Los agentes no encontraron rastro de apuestas, si bien se sospecha que los organizadores tenían un vigilante en el exterior que alertó de la llegada de la Policía Autonómica.

Uno de los carteles intervenido en el galpón de Saxamonde indicaba las bases de participación en el combate que se estaba celebrando. Así, cada gallera podía inscribir dos gallos y otro de reserva. Ninguna de las aves participantes podía superar los 3/4 de libra de peso. Además, cada gallera aportaba "50 puntos" para los premios. Al finalizar el campeonato habría premio para los tres mejores gallos de pelea y medalla para el campeón. El cartel anunciador del campeonato agradecía la colaboración de la Asociación Gallística Ferrolana y de la gallera de Amigos de Galicia.

Pese a que los agentes intervinieron espolones, que se colocan a los gallos para aumentar su agresividad y herir a sus oponentes, así como productos sanitarios que se utilizan para curar las heridas de los gallos en peleas presuntamente clandestinas, los organizadores del combate se amparan en la legislación de criadores que permite organizar combates, "topas", para mejorar la raza y seleccionar las aves más fieras y combativas, siempre que vayan protegidos.

La operación desarrollada por la Policía Autonómica de Vigo, que contó con la colaboración de Policía Local de Redondela y de la Policía Nacional, comenzó por el chivatazo de un vecino que alertó a los agentes municipales redondelanos. Cuando las fuerzas de seguridad irrumpieron en el galpón, anexo a una vivienda, se celebraba una pelea en el "ring" de zinc habilitado especialmente para ello y los dos gallos presentaban heridas. En principio, salvo que se considere delito, los organizadores se enfrentan a una multa o a días de trabajo para la comunidad.