Las persistentes lluvias del invierno y el arrastre de los ríos en los últimos meses presagiaban una discreta temporada del choco en la ría de Vigo, puesto que el agua dulce es uno de los principales enemigos de este cefalópodo. Sin embargo los datos de las primeras subastas en Cesantes demuestran que el mal tiempo no ha tenido la incidencia esperada en las capturas. La lonja despachó una media de 250 kilos durante los primeros días de la campaña, que se inició el pasado día 1, pese a que sólo comenzaron la temporada quince de los 36 barcos que componen la flota redondelana.

"Las perspectivas parece que son buenas en función de los resultados de los primeros días. Nos ha sorprendido porque en los últimos días los ríos bajaban con mucha agua por las lluvias y por la apertura de presas, por lo que no esperábamos este nivel de capturas", explica el patrón mayor de la cofradía de Redondela, Clemente Bastos.

Además del volumen de choco, los pescadores destacan también su calidad, un aspecto que incide directamente en los elevados precios de las primeras subastas. Según los datos aportados por el pósito, los primeros días se pagó a una media de 6,40 euros, cuando la media de toda la temporada pasada se situó en los 5 euros.

Bastos confía en que los resultados de capturas se incrementen de manera notable según se vaya incorporando a la pesca del choco el resto de la flota, cuando se ponga fin a la campaña del marisqueo, prevista para el próximo día 30, aunque también se podría ampliar hasta el 15 de abril.

Una de las prioridades del responsable de la cofradía durante este mandato es lograr la denominación de origen para el choco de Redondela, un proyecto que se inició hace años aunque no llegó a materializarse. "Este distintivo es muy importante para que el consumidor sepa que adquiere un producto de gran calidad, porque el choco redondelano tiene unas cualidades que lo hacen único y especial", apunta Bastos, que confía en que la marca pueda ser una realidad en un plazo de dos años. Además, este distintivo permitiría a los marineros vender su producto a mejor precio, e incluso también favorecería a la promoción del municipio asociado a este producto gastronómico.