"Esto hoy es una maravilla", ríe Vanessa Domínguez mientras arrastra el carrito de la niña con las ruedas manchadas de lodo. Su casa está en el tramo final del Camiño do Poste, una pista de tierra y piedras con viviendas a ambos lados. El buen tiempo ha secado el barro y horas antes en los primeros metros, operarios municipales extendieron una capa de grava. A partir de ahí la "calle" es una sucesión de baches, rocas desnudas y las tapas del alcantarillado recién puestas sobresaliendo. "Nadie viene a visitarnos, es un peligro", dice otra vecina, Teresa Paris.

A las puertas de su casa se puede ver cómo la zahorra esparcida llega hasta el patio. El pasado fin de semana la lluvia arrastró la tierra hasta su propiedad, mientras sus vecinos hacían canaletas para desviar el agua al monte. Llevan así años y la situación empeora, denuncian.

"Estoy harto de llamar al ayuntamiento para que arreglen esto", dice Antonio Rodríguez. Trabaja con una grúa y asegura que conducirla hasta su casa "es como hacerlo sobre la nieve". Reclama como sus vecinos "una capa de asfalto o hormigón", pero desde el Concello sólo les dan excusas, según cuentan.

La Asociación de Vecinos de Chapela, que ha tomado cartas en el asunto, corrobora que seis años atrás, el alcalde y varios ediles del gobierno de Redondela acudieron a la zona para prometer el arreglo del camino. El proyecto, recuerdan, consistía en abrir el vial hasta San Vicente de Trasmañó para comunicar ambas parroquias. Al parecer, la oposición de una vecina que no cede parte de su terreno dio al traste con el plan. Mientras tanto los residentes en el Camiño do Poste sufren las consecuencias.

Las recientes obras para la instalación del saneamiento han dejado además montones de escombros en los márgenes del camino. Ir a pie es difícil y si llueve "a los niños les llega el barro a las rodillas", asegura Teresa. Meter el coche es una aventura.

La última queja al Concello se acompañó con 50 firmas. El concejal de Vías y Obras acudió a Cidadelle "pero no se comprometió a nada", dicen. "Unas veces se escudan en la necesidad de cesiones de terreno; otras, que no hay dinero; hace seis meses, el problema era que se trata de un camino de servicio", critica Antonio.

La AVV de Chapela indica que el caso de Camiño do Poste es sólo una muestra más de la dejadez municipal con viales de la parroquia, como el Camiño Penisal, la rúa José Fernández, el Camiño do Subido o el Gaivota, todos con problemas de firme.