Los alcaldes de los concellos de O Rosal y de A Guarda opinan que "sería una inversión sin sentido" la construcción de una nuevo puente sobre el río Miño entre la parroquia portuguesa de Lanhelas (Caminha) y la gallega de Eiras (O Rosal), teniendo en cuenta las numerosas afecciones y expropiaciones que conllevaría su construcción en ese punto de la ribera del Miño, en el municipio de O Rosal, para su comunicación con la futura vía de altas prestaciones (VAP) Tui Guarda, además del coste inviable que supondría la construcción de ese enlace.

Ésta es, en síntesis, su valoración sobre el estudio de viabilidad que promueve la comisión urbana portuguesa Valimar, formada por las Cámaras Municipales de Caminha, Viana do Castelo, Ponte de Lima, Ponte da Barca y Arcos de Valdevez, ya finalizado y costeado con fondos económicos europeos de Interreg III A, que ha avanzado FARO DE VIGO.

El alcalde de O Rosal, Jesús María Fernández Portela, recalcó que "no tiene sentido la inversión de millones de euros en una nueva comunicación entre Galicia y Portugal con las opciones que existen hoy en día y que cubren las necesidades actuales y futuras". Se refiere, en la parte baja del río Miño, a los los puentes que enlazan Tui con Valença do Minho y al "Ponte da Amizade", entre Goián y Vila Nova de Cerveira "que sí enlazará la autopista portuguesa con el futuro vial de altas prestaciones Tui-A Guarda". Resalta la cercanía de este puente a la zona en que sitúa el estudio de viabilidad a la estructura que promueven las Cámaras Municipales portuguesas.

No tiene claro cómo los promotores han pensado la salida de ese puente en la ribera de O Rosal, pues la zona situada enfrente de la parroquia portuguesa de Lanhelas es la ribera de la parroquia de Eiras, con lo que su enlace con el futuro vial Tui-A Guarda implicaría el paso por núcleos urbanizados.

Recuerda Fernández Portela que "hace dos o tres años me visitaron unos señores portugueses para plantearme la obra de un puente, a la altura del lugar portugués de Seixas, en Lanhelas". El regidor rosaleiro ya les expuso entonces las afecciones y expropiaciones que supondría esa obra en la ribera gallega y el desembolso económico inasumible que representaría la comunicación desde el río hasta el futuro vial Tui-A Guarda.

Por su parte, el alcalde de A guarda, José Manuel Domínguez Freitas confirmó que comparte la opinión del regidor de la localidad vecina. "Hoy día, un puente debe unir infraestructuras potentes, no se pueden seguir construyendo pequeños puentes", señala, aclarando que "no soy contrario a otro medio de conexión".

Opina que sobre el estudio de viabilidad del puente que propone Valimar, deberían pronunciarse los gobiernos de España y Portugal, más que los propios alcaldes, lo que no quiere decir que en su caso no tenga muy claro que es más conveniente la ampliación del ancho del actual "Ponte da Amizade", entre Goián y Vila Nova de Cerveira, e incluso mejorar la salida en esta villa portuguesa, sabiendo que en relación a esta infraestructura no habrán problemas de conexión con la futura vía de altas prestaciones (VAP) Tui-A Guarda. Es una opción que le parece pensada con lógica, en lugar de la construcción de un puente nuevo que supondría una obra de conexión de gran envergadura en la parte gallega, a la que le tocaría asumir un gran coste social y económico, cuando los puentes que ya existen cubren las necesidades y se plantea como posible la ampliación del ancho del de Goián.

A todo lo dicho, Freitas suma que la distancia entre Lanhelas y Vila Nova de Cerveira, es de menos de los ocho kilómetros que dicen desde la Cámara de Caminha, por lo que los argumentos para el puente que proponen se desmoronan.