Si "Copito de nieve" dejó huella en Barcelona como uno de los símbolos de la ciudad, la localidad de Redondela también logró una considerable atención mediática en todo el país gracias a otro simio: el mono Paco. Sin embargo en este caso su fama no se debía al tono claro de su pelo, sino a sus "habilidades" manuales y extrema fogosidad sexual.

Este pequeño mico fue noticia a principios de los años 90 en los informativos de televisión y periódicos nacionales debido a su adicción al sexo, que manifestaba masturbándose de forma compulsiva ante los ciudadanos que lo contemplaban en su jaula, situada en el recinto infantil de la Alameda. Una situación que provocó una gran polémica entre políticos, colectivos ecologistas y feministas, que acabaron con el traslado del mono al zoo de A Madroa. Unos meses después, en diciembre de 1991, la historia llegaría a su fin de forma trágica, cuando una mañana Paco aparecía muerto en su recinto al ingerir un imperdible que algún desaprensivo tiró a su jaula.

Un documental de la productora gallega Falso Orgullo, dirigido por el vigués Piño Prego, desempolva ahora esta curiosa historia perdida en la bruma de los tiempos, como base argumental de un largometraje que retrata la sociedad viguesa de la época. "Se trata de una historia tan estrambótica y absurda, con unas connotaciones morales y políticas propias de la Galicia profunda, que nos pareció perfecta como hilo conductor de un documental que, en realidad, se centra en los cambios sociales del paso de los años ochenta a los noventa", explica el director.

Gran atracción

La historia del mono comienza en año 1986, cuando el Ayuntamiento acepta hacerse cargo de dos simios, Paco y Coco, donados por un marinero de Soutomaior tras una estancia en África. Los responsables municipales decidieron instalarlos en una jaula en la Alameda, donde en poco tiempo la pareja de micos se convirtió en la gran atracción del parque, tanto de niños como de mayores.

Unos años después, a principios de 1991, Coco moría, dejando a Paco como estrella solitaria del parque, aunque sumido en una profunda depresión por la ausencia de su compañero. El problema llegó el día en que, para espanto de los que tanto lo admiraban, el mono comenzó a masturbarse compulsivamente. Las prácticas onanistas del animal desataron una gran polémica en la villa que pronto saltaría a los informativos y periódicos de todo el país cuando el alcalde, Xaime Rei, envió una carta al concejal vigués Antonio Nieto Figueroa "Leri" –en aquel momento responsable del Patronato de Vigozoo– reclamando su ayuda. El primer edil solicitaba que le buscase una pareja por la "prolongada falta de desahogo sexual que sufría el desesperado Paco".

Ataque sexual

Según consta en las crónicas de FARO DE VIGO de la época, Rei escribió la carta a instancia del grupo ecologista XEA (Xuventudes Ecologistas do Ateneo) tras comprobar personalmente el furor sexual del simio. "Esa falta de relaciones, absolutamente necesarias para el equilibrio y el desarrollo normal de la especie, hace que los actos de autosatisfacción se produzcan cada vez con mayor asiduidad", justificaba el alcalde. Para resaltar la magnitud del escándalo, el regidor destacaba que incluso una paloma fue "víctima de un ataque sexual del mono cuando se introdujo de forma imprudente en la jaula del pobre Paco".

Las reacciones por la misiva no se hicieron esperar, entre las críticas de los colectivos ecologistas que denunciaban el cautiverio que sufría el simio, y los grupos de feministas que censuraban al edil vigués por tratar "como prostitutas" a las monas.

La situación se complicó más cuando "Leri" se presentó un día en Redondela con una cinta métrica para medir las dimensiones de la jaula con el fin de crear un "hogar" similar en Vigozoo, que Paco compartiría con su "novia", una mona a la que llamaron "Vigo". Mientras el concejal se encontraba en la jaula ante los medios de comunicación el mono comenzó a masturbarse de forma compulsiva y a "Leri", con la espontaneidad que le caracterizaba, se le ocurrió la genial idea de bromear con medirle los genitales. "Esta anécdota es cierta, y la gracia generó bastante polémica", explica ahora Xaime Rei, todavía alcalde del municipio. "Eran otros tiempos y la gente se escandalizaba por cualquier cosa", apunta Rei, que recuerda la historia del mono Paco como una curiosidad dentro de su larga trayectoria política.

Piño Prego considera que la historia refleja con claridad la moralidad de la época. "De un día para otro el pobre mono pasa de ser un atractivo para los niños desde su jaula del parque a generar un fuerte rechazo social porque se masturba", destaca. El cineasta vigués, sin embargo, aclara que con su documental no pretende juzgar ni crear conflictos con nadie. "No nos centramos en la vida del mono Paco, sólo nos basamos en ella y en el follón que se montó para crear una historia divertida en la que se mezcla realidad y ficción. El argumento principal es un recorrido por la sociedad de la época a través de los recuerdos de veinte personas de distintos ámbitos, todas conocidas, como Míchel Salgado, Julián Hernández, Iván Ferreiro, Nicolás Pastoriza, entre otros", concluye.