La lamprea fue la excusa perfecta para que cientos de personas se reunieran ayer en Arbo, muchas de ellas dispuestas a degustar el famoso pez del Miño en la carpa de Arbomostra y otros para hacerlo cómodamente en los restaurantes.

El encargado de “abrir la veda” o dar el pistoletazo de salida fue este año el rector de la Universidad de Santiago de Compostela, Senén Barro, que pronunció un pregón lleno de referencias a la gastronomía y a Arbo, localidad que conoce como miembro de la Fundación Segundo Gil Dávila.

El rector estuvo acompañado en su pregón por el alcalde de Arbo, Manuel Rivera, la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados Ana Pastor, el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, y el vicepresidente José Manuel Figueroa. Posteriormente se incorporó el nuevo conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, a tiempo para degustar la lamprea en Arbomostra.

Barro, que se autoproclamó “embaixador permanente da lamprea”, comenzó su pregón señalando que la fiesta de la lamprea de Arbo es “probablemente” la fiesta gastronómica “máis antiga do Estado, e España sempre foi unha potencia mundial e comer ben”.

Su discurso, con numerosas citas pero también con referencias a sentimientos propios, no dejó atrás el saber culinario de la villa compuesta por “mulleres e homes que saben facer comida e non simple sustento”, en el sentir gallego que entiende que “comer non é sen máis unha necesidade do estomago senón un antollo do corazón”, dijo.

El día grande de la fiesta de la lamprea se celebra hoy domingo. Concluida la jornada, el concello espera que más 25.000 personas hayan pasado por Arbo desde el pasado viernes, en las que se abrió Arbomostra.

Durante la presentación del pregón, el alcalde Manuel Rivera se refirió a la necesidad de mantener en adecuadas condiciones medioambientales el río Miño y se comprometió a defenderlo desde el Ayuntamiento “contra quen sexa”.