La paciencia de los vecinos del barrio de Tuimil, en la parroquia de O Viso, está a punto de agotarse. Después de varios años reclamando una mejora de la seguridad vial en la PO-2901, en las inmediaciones de la casa cultural de Tuimil, a principios del pasado mes de marzo se atendían sus demandas con la instalación de un semáforo para regular el tráfico. Sin embargo, casi dos meses más tarde, todo sigue igual. Los discos siguen apagados en este “punto negro” en el que cada día se pone en riesgo la vida de los conductores por la escasa visibilidad en la intersección con la carretera del campo de fútbol.

“Es un punto en el que los coches tienen que salir a ciegas y es raro que pase una semana sin un accidente”, asegura Basilio Ferreira, un residente de la zona que recuerda que hace unos años en este punto murió un vecino del barrio. “Parece que están esperando a que haya otra muerte para ponerlos en marcha y después tener que lamentarnos”, apunta.

El colectivo vecinal ya trasladó sus quejas a la Diputación Provincial, que tiene las competencias de la carretera, así como al Concello de Redondela, responsable del vial de acceso al campo de fútbol. “A nosotros no nos importan las competencias de cada uno, ese es un tema que deben resolver entre las dos administraciones, lo que queremos es que nos solucionen el problema y que pongan los semáforos en funcionamiento con urgencia”, destaca Ferreira.

El colectivo vecinal asegura que están dispuestos a manifestarse para que se atiendan sus demandas, porque está en juego la seguridad vial no de los residentes de Tuimil, sino de todos los usuarios del vial.