Los baioneses que recibieron atónitos la noticia del Descubrimiento de América en 1493 y sus descendientes en los siglos XVI y XVII caminaban por las mismas calles que los actuales. Así lo concluye el equipo de arqueólogos, dirigido por Rosa Villar, que supervisa los trabajos de pavimentación de la zona monumental baionesa a cargo del departamento municipal de Vías e Obras.

Los expertos no han hallado restos de ninguna clase en los viales levantados para sustituir las piedras por otras más pulidas, además de aprovechar la apertura de zanjas para instalar las canalizaciones de gas natural y de la empresa de telecomunicaciones R, así como renovar el saneamiento y separar de las conducciones de aguas pluviales y fecales. Sólo restos de comida o huesos de animales como jabalíes o cabritos, además de espinas de pescados, conforman el conjunto de hallazgos hasta el momento, lo que lleva a pensar que “no hubo grandes movimientos de tierra y que la alineación de las calles sigue siendo la misma que la que tenemos hoy en día”, recalca Rosa Villar, quien señala que las piedras que ahora son sustituidas ya pavimentaban las rúas por aquel entonces..

Los desperdicios de alimentos dan muestra de que en aquel entonces se tiraba la basura directamente a la calle y cuentan con un valor relativo dentro de las investigaciones históricas. “Nos dan muchas pistas sobre la vida y la alimentación que tenían nuestros antepasados”, apunta la arqueóloga, quien ha realizado catas en gran parte de los viales de la zona monumental baionesa.

La experta manifiesta que el caso de Baiona es inusual, puesto que en la mayoría de los recintos históricos se ha destruido para construir algo nuevo, mientras que “aquí se han hecho simplemente reposiciones”.