El alcalde de As Neves, Raúl Emilio Castro, está pendiente de la organización de la Feria del Requesón, que se celebra este viernes en la localidad. Lo hace mirando al cielo, porque cumplir las previsiones depende también del tiempo.

-¿Ahora ya no se conoce As Neves sin mencionar al requesón?

-Sin duda, hoy nuestra localidad, en la que también se degustan lampreas del Miño, es más conocida por el requesón. Nuestra villa ha quedado ligada a este producto por tradición e historia, pero lo más importante que hay que tener en cuenta es que ha sido gracias a las mujeres. Sin su trabajo, casi exclusivo, a lo largo de los años no sería posible poder contar hoy con un producto artesanal y único.

-¿Es por eso que este año se ha elegido como pregonera a una mujer de la localidad?

-Sí, este año la pregonera de la fiesta es la presidenta de las Mulleres Rurais, María del Carmen Núñez, porque lo que he dicho antes y porque ellas impulsaron junto con el concello esta feria.

-¿Cree usted que, a pesar de la crisis, es momento para fiestas?

-Es verdad que igual los ayuntamientos, especialmente los pequeños, no estamos en el mejor momento y por eso debemos controlar el gasto, pero este tipo de eventos son necesarios para la promoción de nuestros productos. Gracias a fiestas como esta en muchos puntos de Galicia y por supuesto aquí en As Neves han surgido iniciativas empresariales, se promocionan los vinos, se promociona el requesón que elabora en As Neves una cooperativa, etcétera. Sin duda eventos como estos, que tienen un gran interés y, sin duda, fin social, son más necesarios ahora y desde los concellos debemos mantenerlos.

-Hay datos que dicen que su concello no está endeudado...

-Ya me gustaría. Es cierto que no tenemos créditos con bancos pero si con la Caja de Anticipos de la Diputación, ya que el ORAL cobra nuestros impuestos. Nuestra situación no es buena, como la de otros municipios, ya que debemos dar más servicios y recibimos menos dinero.

-Con pocas licencias de obra, casi sin IBI... ¿cómo se sobrevive?

-La verdad es que es difícil. En todo caso estamos esperanzados en que avancen las obras de la Plataforma Logística Industrial, cuya urbanización vemos que no empieza, para que vengan empresas. Creo que la actividad económica que viene en la zona es importante y que debemos aprovecharla al máximo. Es necesario que estemos atentos a los retos y desde luego ilusionados. Esta crisis es un punto de inflexión y, a partir de aquí, pies en la tierra y trabajo. Y uno de los principales retos, que los vecinos del rural tengan los mismos derechos que la población urbana.