La sección sindical de la CIG en la Policía Local de Redondela da la razón a los vecinos de Chapela en sus quejas sobre la deficiente vigilancia en la parroquia, un problema que atribuyen a la escasez de plantilla. La falta de agentes obliga a que sólo una patrulla de la Policía Municipal recorra “regularmente” las parroquias, por lo que garantizar la seguridad en los 52 kilómetros cuadrados del territorio municipal con esta carencia de medios es prácticamente imposible.

Según denuncia la delegada de la CIG en el Concello, Concepción Roig, el gobierno local no incorpora nuevos agentes a la plantilla policial desde el año 2004 a pesar de los requerimientos de los sindicatos, y recuerda que en la última oferta de empleo público de 2006 se sacó una plaza a concurso que todavía no se ha incorporado. “Lo único que hemos conseguido es que contraten en verano a cuatro auxiliares por un plazo de cuatro meses, pero eso no cubre las necesidades del servicio, puesto que el cuerpo sigue prácticamente con los mismos agentes que hace veinte años, aunque la población y las competencias aumentan día a día”, destaca Roig.

La plantilla de la Policía Local está formada actualmente por 26 miembros, de los que tres son oficiales, otros tres realizan los trabajos de oficina y emisora, dos son auxiliares y otros dos permanecen de baja médica desde hace más de un año. “La realidad es que sólo hay 16 agentes disponibles para patrullar las calles, atender atestados, órdenes de protección a mujeres, controles viarios, e incluso dentro de poco, controlar la zona azul... Y todo eso sin contar con los refuerzos puntuales por las fiestas de la Coca, desfiles del Entroido, procesiones de Semana Santa, ferias... Es materialmente imposible atender a todo”, asegura la delegada sindical.

Roig admite que la vigilancia en Chapela, igual que en el resto de parroquias, no está bien cubierta a pesar de que se realizan varias patrullas diarias. “Es lógico que los ciudadanos se quejen cuando no podemos realizar los servicios que nos piden, pero no podemos hacer nada con los que somos”. Y a pesar de reconocer que existe una buena coordinación con la Policía Nacional, que también disponen de otra patrulla y colaboran en controles, “no es suficiente para atender un municipio de 30.000 habitantes y dos núcleos urbanos”, puntualiza.

Desde la CIG consideran que es necesario incrementar la plantilla en seis agentes para poder ofrecer un servicio de garantías a los vecinos. “Somos conscientes de que hay crisis y el presupuesto es ajustado, pero también tienen que concienciarse de que la seguridad ciudadana es importante y no podemos año tras año igual”, concluye.