El pleno de trámite para dar cuenta de los miembros de la nueva comisión de gobierno y el cese de los anteriores sirvió en Mos para que vecinos no simpatizantes del PP proferiesen gritos contra el nuevo gobierno local y para que la ex alcaldesa, María Jesús Escudero, no diese tregua a la nueva regidora con cuestiones de orden y preguntas.

La tensión fue alta entre las dos políticas locales y en un momento, Arévalo advirtió a Escudero que "la alcaldesa soy yo" y la amenazó con expulsarla de la sesión al igual que a Isabel Lago, la ex concejal de asuntos sociales. Además la exregidora se dirigió a la alcaldesa y al nuevo teniente alcalde como "alcaldesa ilégitima" en el caso de Arévalo y "Gerardo o transfuga".

Tras el pleno, algunos vecinos contrarios al nuevo gobierno se quedaron a las puertas del Concello profiriendo gritos contra los nuevos regidores de la localidad y tildaron a la moción de censura como asalto a la democracia.

El único acuerdo del pleno, en este caso por unanimidad, fue la decisión de celebrar la última sesión del año en el Pazo de Mos. Según la propuesta "existía o compromiso político de celebración do último pleno no Pazo de Mos, un edificio carácter emblemático" y también se destaca "a súa idoneidade no que aos accesos e supresión de barreras arquitectónicas se refire"

En el apartado de comunicaciones, la alcaldesa de Mos solicitó a la ex alcaldesa un número de teléfono ya que "non puideron localizala para dar o aviso" y la socialista le respondio "que ela sí estaba avisada e informada".En las preguntas, Escudero preguntó quien pagará a la empresa de seguridad que protegió a los ediles del PP y a Alonso en la moción de censura y quien pagaría la nueva campaña del PP de Mos a lo que la alcaldesa le respondió que "naturalmente el PP".

Por otra parte, el BNG durante la sesión preguntó cuestiones relativas a la primera semana de Gobierno.