Concepción Ribeira, una vecina de Arbo ha denunciado la destrucción de una capilla de San Cristovo de Mourentán a manos del particular que la compró en una subasta hace años. Esta vecina, residente en Vigo, ha puesto en conocimiento el caso tanto en el Concello de Arbo como en la delegación de Patrimonio en Pontevedra para que, según espera, "actúen cuanto antes" explica.

Ribeiro se queja de que en el Concello no hayan actuado al respecto. Considera que aunque el propietario no haya pedido licencia municipal para obrar, "el gobierno local tiene que saber de sobra lo que se hace en el ayuntamiento y no actúan porque no les da la gana".

Por su parte, el teniente de alcalde y concejal de Cultura en Arbo, Horacio Gil, explica que "efectivamente esta vecina ha denunciado el caso en el Concello y que se procederá a su tramitación administrativa para poner el asunto en conocimiento de Patrimonio para que actúe como corresponda".

Según explica la denunciante hace aproximadamente unos siete años, este vecino de Arbo ya había sido sancionado por la Dirección Xeral de Patrimonio, perteneciente a la Consellería de Cultura, "por haber construido su casa sobre las paredes de piedra de la llamada Capilla de la Casa Grande". Sin embargo, en los últimos tiempos ha vuelto a obrar, al parecer, "derrumbando el campanario para borrar las huellas que quedaban de la capilla" considera Ribeiro, quien asegura que, a pesar de ello, "aún se puede ver uno de los escudos esculpidos en la piedra".

Respecto a los intereses de esta particular en denunciar el caso ahora, la vecina explica que "hay que tratar de salvar una capilla de tanto valor que fue lugar de culto y que aún conserva elementos de mucho valor" además asegura que "me parece injusto que a otras personas se le pongan tantos inconvenientes para construir hasta un gallinero y que este hombre pueda hacer lo que le dé la gana con un bien histórico".

Cuando el propietario adquirió la parcela que incluía la capilla, ésta estaba deteriorada porque "en aquellos tiempos no había dinero para arreglarla" explica Ribeiro, sin embargo considera que aunque "él la compró en una subasta, eso no le da derecho a acabar con un bien del patrimonio del pueblo".