Los vecinos de la parroquia porriñesa de Atios aseguran que la Consellería de Industria acometerá en breve la instalación de la que sería la quinta línea de alta tensión en la zona y que dependerá, al igual que las otras cuatro, de la subestación de Fenosa A Casilla, ubicada también en Atios.

La asociación vecinal de la parroquia considera que "ésta ha sido históricamente castigada por las infraestructuras de la alta tensión instaladas en la zona por Fenosa" y que, si ahora se va a acometer una quinta línea, merecen ser recompensados de algún modo por las molestias, afecciones y desperfectos ocasionados a lo largo de años y que ahora volverán a repetirse con la instalación de esta nueva línea de alta tensión.

Desde la Asociación de Vecinos de Atios, su portavoz, Serafín Domínguez, informa de que su propuesta a las instituciones responsables de la obra es la de "aprovechar que se abran zanjas para enterrar la nueva línea de alta tensión, para acometer el saneamiento y que se concedan enganches gratuitos al mismo en toda la parroquia".

Según ha declarado Domínguez, "los barrios que se verán afectados por el soterramiento de la quinta línea de alta tensión son los de Vila Fría y Carbón pero reivindicamos enganches gratuitos para toda la parroquia ya que Atios ha sido castigada en su totalidad por las infraestructuras y creemos justo que todos los vecinos recibamos los mismos beneficios, aunque haya zonas que no se vayan a ver afectadas por la nueva instalación".

Serafín Rodríguez expone también que la extensión total de la obra abarcará una zona de monte común donde la instalación de la línea será aérea y, a partir de donde finaliza el monte y comienza el terreno urbanizado hasta la subestación de A Casilla, la línea de alta tensión será subterránea.

"En total el soterramiento de la línea abarcará una extensión de cerca de kilómetro y medio a lo largo de la cual se verán afectadas una treintena de viviendas", insiste el portavoz de los vecinos de Atios, quien además recuerda las consecuencias que acarrean estas instalaciones a quienes conviven con ellas: "por un lado está la incomodidad y el trastorno que las obras suponen en el día a día de los vecinos afectados al realizarse tan cerca de sus casas y por otra parte las limitaciones que impone e una línea de alta tensión".