El Punto Pasión de Nigrán, situado en el centro de Playa América, correrá la misma suerte que el de A Ladeira, en el municipio vecino de Baiona. El gobierno municipal acaba de abrir un expediente urbanístico y suprimir el suministro de agua a la instalación esta semana. Según los concejales de Urbanismo, Juan González, y Medio Ambiente, Juan Hermida, el centro incumple la normativa municipal y el convenio firmado hace cuatro años con el anterior alcalde, el popular Alfredo Rodríguez.

La caseta de madera que alberga la instalación "deportiva" se ubica en un espacio de dominio público de forma gratuita, mientras que los kioscos de la playa abonan cada verano unos 3.000 euros en concepto de impuestos, recalcan los ediles. Ambos consideran que el Punto Pasión desarrolla un "negocio encubierto", puesto que cuenta con un bar abierto al público mientras que el acuerdo firmado con el concello sólo le permitía dispensar bebidas a los usuarios de la escuela de vela.

Inicial escuela de vela

El aspecto deportivo marcado por aquel convenio es otro de los puntos que incumplen los responsables del centro, señalan González y Hermida. Y es que la firma Punto Pasión se comprometió a habilitar una escuela de vela, pero no a servir de almacén de catamaranes y otras embarcaciones a cambio del pago de un alquiler.

El corte del suministro de agua se debe a que los responsables de la instalación habían realizado una conexión irregular a la red de abastecimiento municipal. El ayuntamiento elabora en estos días un estudio del consumo de agua municipal y coloca contadores en todos sus servicios para controlar las cantidades. A través de este trabajo se descubrió el enganche ilegal y la empresa concesionaria de la traída, Aqualia, retiró la conexión el pasado lunes, día 18.

Asimismo, un particular denunció la ocupación irregular del dominio público por parte del centro, del mismo modo que ocurrió con el Punto Pasión de Baiona, por lo que el departamento de Urbanismo nigranense abrió un expediente que probablemente acabará en un requerimiento a los responsables para que retiren la caseta y los catamaranes colocados sobre la arena.

Exceso en la ocupación

No sólo incumple la normativa al no pagar por la utilización de terrenos costeros, sino que este "club náutico encubierto", como lo llaman los ediles, abarca más terreno del permitido en el convenio firmado con el anterior gobierno municipal. Dicho acuerdo contempla veinte metros cuadrados de extensión para la instalación y ambos concejales aseguran que "los excede".

El equipo de Juanes trató de acabar con esta situación en cuanto tomó posesión, pero los compromisos de numerosos empresarios del municipio con la celebración del reciente Mundial de Catamaranes se lo impidió. Ahora, una vez pasada la competición deportiva, los ediles tratan de despejar la zona y acabar con la situación de ilegalidad.