Más de 150 industrias asentadas en los municipios de Mos, O Porriño y Salceda de Caselas se enfrentan a graves perjuicios por la inactividad de la Estación Depuradora de Augas Residuais (EDAR) de Guillarei, que todavía no ha entrado en funcionamiento, después de que la Confederación Hidrográfica del Norte realizase una inversión de 98 millones de euros y cuando la instalación, que dará servicio a la cuenca del río Louro, está lista desde hace más de dos años.

Un grupo de representantes de estas empresas se reunieron ayer en la Cámara de Comercio de Tui para acordar la creación de una comisión de afectados por la inactividad de la depuradora, que tendrá como misión su defensa jurídica y la presentación de reclamaciones a que haya lugar, ante las respectivas administraciones.

Reclaman la puesta en marcha de la EDAR con urgencia, para que las industrias puedan conectarse al sistema general y se reduzca así el impacto ambiental. Instan a la Confederación a que desestime los plazos de conexión y a que mantenga en vigor las autorizaciones provisionales de vertido, hasta que sea posible el enganche.

Solicitan a la Consellería de Medio Ambiente que promueva y tutele la creación de la entidad mancomunada de los cuatro concellos (Mos, O Porriño, Salceda de Caselas y Tui) para la gestión del saneamiento general de la cuenca del Louro o que plantee una solución alternativa.

El secretario de la Cámara de Comercio de Tui, Javier Pérez Alves; David Sobral, gerente de la Asociación de Empresarios de O Porriño; Rebeca González, de la Asociación de Empresarios de Mos; y Ángela González, de la Asociación de Graniteiros de Galicia, informaron de los grandes perjuicios que se ocasionarán a las industrias a partir del 1 de agosto, fecha en la que Confederación Hidrográfica les obliga a adoptar una serie de medidas para la conexión con la red de saneamiento del Louro. "Es un requerimiento imposible de cumplir", afirmaron, puntualizando que se les exige un permiso de conexión al saneamiento de la cuenca del Louro emitido por una entidad mancomunada encargada de la gestión, que "no existe", indican.

Todo ello cuando han realizado inversiones que oscilan entre los 100.000 y 400.000 euros para adaptar sus instalaciones a la EDAR.

Parten de que los concellos no han recepcionado la obra, por lo que la Confederación sigue siendo la titular de las instalaciones. Por ello creen que debe ser este organismo quien autorice las conexiones. Se les requiere que conecten a un colector de enlace (que no existe) con el colector general del saneamiento del Louro. Desconocen cuándo se ejecutarán las obras, pero en el requerimiento les da de plazo hasta el 31 de agosto para el enlace. Otro plazo que no podrán cumplir es el de la acreditación del inicio de las obras de enlace con el saneamiento del Louro, que finaliza el 31 de diciembre. El problema está en que los concellos no pueden autorizarlas.

"De no cumplirse los requisitos anteriores las autorizaciones de vertido se extinguirán", advierten. De hecho, a partir del 31 de julio las empresas quedan fuera de la ley y el Seprona puede imponerles sanciones que oscilan entre 6.000 y 30.000 euros.