Una escuela de vela con ánimo de lucro. Así califica el Concello de Baionael servicio que presta la empresa Punto Pasión en la playa de A Ladeira. El convenio entre ambas entidades sólo da permiso a la escuela de vela para llevar a cabo labores de formación, pero la administración local entiende que se ha convertido en "un club náutico encubierto", ya que alquila en sus instalaciones espacio para embarcaciones privadas.

"El Club de Vela Playa Ladeira no podrá desarrollar en su instalación otra actividad comercial que la propia de escuela de vela" es una cláusula del acuerdo que el equipo de gobierno considera violada reiteradamente desde su firma en mayo de este año. Esta es la razón principal por la que el concello no renovará el convenio con Punto Pasión, una vez que expire en septiembre, tal como aseguró ayer el concejal de Medio Ambiente, Manuel Vilar. Para justificar la decisión, el edil asegura que incluso el dueño de un catamarán llegó a pedir que no desmantelase, bajo ningún concepto, la caseta de la escuela, puesto que no tenía donde ubicar su embarcación.

Este servicio de alquiler no es la única práctica ilícita que le achaca el concello a la escuela de vela. Vilar asegura que sus instalaciones superan los 20 metros cuadrados de espacio acordados, así como el número de embarcaciones permitidas, que "supera las 20 reglamentadas en el convenio".

Además, la empresa había adquirido el compromiso de colaborar en la conservación, limpieza y reposición de papel higiénico de los aseos de la playa, además de tener abiertos los servicios higiénicos de 9.00 a 22.00 horas. "La escuela no cumple con todos estos requisitos", asegura Vilar. "Tienen incluso una nave con alquiler de bicicletas, tablas de windsurf y servicio de cantina", agrega.

El convenio entre ambos organismos contemplaba la reubicación de la caseta a la altura de los baños públicos. Esta medida no fue llevada a cabo hasta hace poco más de quince días y a día de hoy Punto Pasión no ha vuelto a montar sus instalaciones, anteriormente ubicadas en un extremo de la playa.

El cambio de posición permite la entrada de forma lineal al canal de acceso de balizaje, lo que aumenta la seguridad de los bañistas. "Este requerimiento está siendo cumplido, aunque a destiempo", comenta el concejal.