Propietarios de terrenos en la zona moañesa de Albariños dieron ayer un paso más en su intento de forzar al gobierno local a que incluya el proyecto de urbanización -rechazado por la Xunta al entender que no se haya convenientemente justificado- entre las consultas a realizar a la administración autonómica durante la redacción definitiva del Plan Xeral. Alrededor de un centenar de personas bloquearon por espacio de una hora la puerta principal del consistorio en protesta por la negativa del alcalde a recibirlos. Pretenden que, el alcalde, Xosé Manuel Millán autorice a los asesores del Comité de Propietarios del Urbanizable Albariños a participar en las comisiones para consensuar con el equipo redactor los criterios de cara a defender el proyecto ante la Dirección Xeral de Urbanismo.

Cerca de 200 propietarios se presentaron en el concello sobre las 10.00 horas con la intención de que los responsables municipales les informasen sobre si la actuación prevista para Albariños iba a ser o no tratada en la comisión que daba comienzo a la misma hora. Los vecinos decidieron acudir a esta cita después de protagonizar un incidente el pasado martes, cuando abordaron al regidor y al edil de Urbanismo, Valentín Piñeiro, a la salida de la reunión de seguimiento del Plan Xeral. Pero en esta ocasión la Policía Local tenía órdenes de prohibirles la entrada para impedir que su protesta pudiese interferir en el funcionamiento de la institución municipal.

Fue entonces cuando optaron por enviar a tres representantes al interior del edificio para que trasladasen sus demandas a los portavoces de los distintos grupos políticos. Tras hablar con el edil de Obras e Servizos, Víctor Pastoriza, decidieron esperar a que concluyese la reunión. El concejal socialista les indicó lo mismo que Millán y Piñeiro: que serán tratados igual que el resto de vecinos con intereses en el PXOM y que deben esperar a que la comisión decida. Una vez terminada la reunión, y ante la negativa del alcalde a recibirlos, los bloquearon la puerta principal del Concello e impidieron la entrada a algunas personas. La Policía Local avisó a la Guardia Civil, que se personó aunque no intervino. Minutos antes de la una de la tarde los vecinos abandonaban el consistorio sin que se registrasen incidentes.