Los Bomberos Voluntarios de Melgaço rescataron, ayer, en aguas del río Miño el cadáver de su compañero Manuel Guedes de 41 años al que llevaban buscando desde hacía cinco días y cuyo cuerpo apareció flotando, alrededor de las diez de la mañana, entre la parroquia de Sela y Barcela, en Arbo.

El cuerpo de bomberos y la Guardia Nacional Republicana (GNR) llevaban días siguiéndole la pista después de que tuviesen indicios de que pudiera haberse precipitado desde el puente internacional que une Arbo y Melgaço.

Según la Guardia Civil de Arbo fue un submarinista el que dio la voz de alarma al avistar un cuerpo en el río. Sin embargo, éste no fue capaz de especificar con claridad la zona exacta del Miño y los agentes, tanto portugueses como gallegos, tuvieron que peinar un tramo largo del cauce.

En el operativo de rescate participó la policía marina portuguesa con una lancha Zodiac. Según relata el teniente de alcalde de Arbo, Horacio Gil, "desplazaron el cuerpo aguas abajo para realizar la identificación en la playa de Sela". También estuvieron los Bomberos Voluntarios de Melgaço, que además de colaborar en el rescate, se encargaron de identificar a su compañero. Una vez que se confirmó que, efectivamente, era Manuel Guedes, el cuerpo fue trasladado a Viana, donde el forense le practicará la autopsia.

En el despliegue también participó una patrulla de la Guardia Civil de Arbo, cuyos agentes estaban alerta desde hacía varios

días. Conocedores de lo sucedido, hasta el lugar se desplazaron también el alcalde, Manuel Rivera, y el teniente de alcalde.

Desaparecido

Los vecinos de Arbo conocían el caso de la desaparición de este vecino portugués por unos carteles que habían colgado los bomberos en distintos puntos del centro, e incluían la fotografía del desaparecido y un teléfono.

"Hace tres días les llamamos porque vimos a un chico muy parecido al de la foto, pero vinieron los bomberos y resultó no ser él", explica la camarera del bar Rabelo, en el centro de Arbo.

Quien también se enteró de la noticia, in situ, fue un grupo de amigos portugueses que se acercaron ayer por la mañana a hacer rafting en la parte española del Miño. "En Portugal ya se llevaba días hablando de esta desaparición, pero nosotros estuvimos haciendo rafting y no vimos nada", comentó uno de ellos.