El municipio multiplica su población, las temperaturas permanecen elevadas durante toda la semana en la comarca y las negociaciones continúan bloqueadas. Las peores condiciones para una huelga de basura se han dado cita durante toda la semana en Nigrán. Y para colmo hasta ayer no se habían activado los servicios mínimos. Como consecuencia vecinos y empresarios aguantan como pueden esta situación insostenible.
Para el presidente de la Asociación de Empresarios del Val Miñor, Santiago Pazos, la huelga no hace más que empeorar más si cabe la difícil situación que vive el sector hostelero este verano. "El concello debe tomar cartas en el asunto y ponerse a mediar entre las dos partes", afirma. "Estamos desperdiciando los pocos días de sol que tenemos por culpa de la mala gestión municipal", agrega.
Santiago Pazos lamenta la mala imagen que se pueden llevar los turistas de Nigrán y las molestias que tienen que soportar los propios vecinos. "Es imposible pararse a tomar un café en una terraza", denuncia. Por otro lado, se posiciona al lado de los trabajadores, ya que considera que el aumento salarial que solicitan es merecido, pero nunca debe ser asumido por el concello.
Esta tesitura es adoptada también por la mayor parte de los vecinos. Así, el presidente de la asociación vecinal de Nigrán declaró que "a folga é un dereito para todos os traballadores". Sin embargo, discrepa en que el concello haya actuado mal, pues el conflicto "é cousa da empresa e dos traballadores". Su homóloga de Priegue añade a este razonamiento las consecuencias nefastas que el contrato con la concesionaria está acarreando en Nigrán desde su firma por el anterior gobierno.
Si bien ninguno de los representantes de los vecinos quiere echar la culpa de la situación al gobierno local, las asociaciones de parroquias como Camos, Parada o Chandebrito criticaron los servicios mínimos decretados en primera instancia, que "dejaban abandonado el rural", aún comprendiendo que sea la zona costera la más delicada y por ello requiera una atención especial.
