Los trabajadores del servicio de limpieza viaria y de playas y de la recogida de basura en Nigrán iniciaron ayer una huelga de carácter indefinido con el propósito de presionar a la empresa concesionaria (Cespa) para conseguir mejoras salariales. Los 27 empleados, para hacer públicas sus quejas, se concentraron ante del concello y en A Ramallosa.

El bloqueo de las negociaciones sobre el convenio colectivo ha propiciado el inicio de este paro que supondrá que se acumulen a diario alrededor de 50 toneladas de residuos. La empresa asegura que, a pesar de haberse producido un acercamiento en las posturas en los últimos días, "no puede asumir los incrementos salariales demandados por sus trabajadores, que rondan el 12%".

Así, Cespa había ofrecido unos aumentos para este año y el próximo del 1,5% sobre el nivel del IPC del año anterior, lo que no superaría el 7%. Por su parte, los trabajadores destacan que habían rebajado sus pretensiones durante las conversaciones para evitar la huelga, pero los tres puntos sobre el IPC que exigían, más una cuarta paga, tampoco fueron aceptados.

Los operarios de limpieza tienen previsto movilizarse delante del concello todas las mañanas mientras dure el paro y no descartan iniciar otro tipo de protestas. Exigen a la administración local que se implique en el conflicto por tratarse de un servicio público de la villa y demandan una equiparación salarial con el resto de asalariados municipales. Sin embargo, el equipo de gobierno entiende que la problemática afecta solamente a la concesionaria y a los trabajadores y son ambas partes las que pueden llegar a un acuerdo.

Servicios mínimos

El concejal de Persoal, Juan Hermida, anunció el establecimiento de servicios mínimos "para garantizar un nivel de higiene sanitaria mínima en las calles del término municipal". De este modo, enclaves como el centro comercial de A Ramallosa, los colegios o el centro de salud, entre otros, sufrirán en menor medida las consecuencias de la huelga.

El concello ha englobado también dentro de este apartado la limpieza de los arenales. No obstante, parece que, al menos durante el primer día sin servicio, las playas apenas contaron con atención. El litoral del municipio miñorano es la zona en la que el gobierno local tiene una mayor preocupación, al multiplicarse la población con los turistas. De hecho, ayer se podía constatar como los contenedores en Panxón y Patos empezaban a rebosar basura.