D. Vázquez / Val Miñor

Condiciones tienen. Por sus características propias y por el trabajo desarrollado durante años para dotarlas de más servicios y potenciar sus cualidades. Sin embargo, el maltrato que en las últimas semanas han sufrido algunas de las cuatro playas de la comarca distinguidas con bandera azul este verano hace que muchas personas empiecen a poner en duda que, al menos esta vez, lo merezcan.

Uno de los casos más llamativos es el del arenal de Panxón, donde desde ayer ondea el distintivo. Los graves desperfectos y la enorme cantidad de basura esparcida por la playa durante la noche de San Juan -tras la que se recogieron ocho toneladas de residuos- han supuesto una grave amenaza medioambiental que perjudica, primero, a la imagen de un espacio que constituye uno de los principales atractivos turísticos y, sobre todo, dinamita los intentos de recuperación de un entorno natural único en el Val Miñor.

El alcalde nigranense, Efrén Juanes, izó esta bandera ayer junto a los concejales de Limpieza y Turismo, Cándido Costas y Estela Pérez, que también colocaron los distintivos otorgados a Praia América y Patos, playas a las que el gobierno local cree que el próximo año podrán sumarse otras del municipio.

Así, destacaron acciones como la mejora de los accesos al arenal de Area Fofa y los trabajos de recuperación de A Madorra y su entorno llevados a cabo por la Jefatura Provincial de Costas. Esto permitirá al concello "presentar cinco playas como candidatas a obtener la bandera azul en 2009".

Pero son precisamente esas labores de recuperación de playas las que "afean" la única playa baionesa que ha obtenido la distinción este año. En la playa de Ribeira, donde desde hace varias semanas se realizan aportes de arena de la desembocadura del río Miño, se sigue acumulando material que apenas deja sitio a los bañistas.