No sé qué pudo pasarle por la cabeza, pero estoy convencido de que lo había planeado todo". Luis García, el promotor inmobiliario herido de un disparo en una obra en la parroquia de Viladesuso, en Oia, seguía ayer sin concebir del todo que el constructor al que había contratado las obras de un chalé y con el que mantenía una relación cordial desde hacía algún tiempo hubiese querido matarlo.

"Si sigo vivo es porque Dios vino a verme", comentó la víctima, que recibió un tiro que le rozó la nuca y que, por fortuna, sólo le produjo heridas leves que no requirieron más que atención ambulatoria.

Luis García insiste en la premeditación de lo ocurrido. "Él vino a buscarme a casa para tratar ciertos asuntos acerca de las obras, tomamos un café juntos, estuvimos viendo pintura de exteriores para la casa y luego nos acercamos allí", recordó. Desmintió que se hubiese producido ningún tipo de discusión entre ambos y aseguró que mientras visitaban el chalé "me señaló unas humedades y en cuanto me agaché para ver de qué se trataba me disparó por la espalda".

Aturdido y conmocionado ante lo que acababa de sucederle, Luis consiguió salir de la casa y buscar refugio en un bar cercano, situado en la carretera general que une Baiona con el municipio de A Guarda. Allí le realizaron las primeras curas hasta que llegó una ambulancia medicalizada del 061 cuyo facultativo comprobó que presentaba una lesión leve.

La reflexión sobre las razones que pudieron llevar a Manuel Constante T.V. a cometer semejante acto llegaría más tarde. "Cuando llegó la Guardia Civil le llamé desde mi teléfono móvil con el manos libres", relató el promotor, quien explicó que el constructor les dijo que no tenía nada contra él. "¡Faltaría más!", señaló ayer Luis García, quien indicó que ha sido "la única persona que le ha estado ayudando en este tiempo y, sin embargo, me lo paga así".

Cree que el agresor está "pasando apuros económicos" y que "quiso liquidarme porque le ahogaban las deudas". El propietario de la vivienda, destinada a la venta, recordó que el constructor le ofreció "el mejor presupuesto" para acondicionar el interior de la casa. Advirtió de que le pidió "60.000 euros por adelantado" que Luis dijo haber pagado "con el compromiso de que las obras incluirían además la piscina".

"Conmigo muerto se ahorraría el pago a las empresas que tenía subcontratadas para la obra y que a lo mejor se veía incapaz de afrontar", apuntó el promotor. "Se metió donde no podía salir y creo que no encontró otra solución que liquidarme", agregó.

Intento de homicidio

Sea cual fuera la razón que le llevó a actuar como lo hizo, el presunto agresor -detenido por la Guardia Civil el miércoles y que posiblemente hoy pase a disposición del Juzgado de Instrucción Número 1 de Tui- se enfrenta a un presunto delito de tentativa de homicidio al que además se le añade otro por tenencia ilícita de armas, puesto que carecía de licencia para poseer y manejar la pistola de calibre 6,35 milímetros con la que, supuestamente, realizó los disparos contra el promotor.

Agentes de la Guardia Civil regresaron ayer al lugar de los hechos para seguir recabando pruebas e inspeccionar la zona para tratar de aclarar lo ocurrido.