Los trabajadores de Forbo, multinacional que fabrica adhesivos, llenaron ayer el salón de plenos de Mos para exigir al concello que autorice con urgencia la ampliación de las instalaciones que la firma proyecta desde hace cuatro años.

Los empleados, que intervinieron ante la Corporación tras la sesión plenaria, recordaron que la empresa, con presencia en más de veinte países, ha amenazado con reducir su producción si el ayuntamiento no atiende su solicitud en un plazo de dos meses, algo que, indicaron, pondría en peligro los puestos de trabajo de la plantilla, integrada por más de noventa personas.

La alcaldesa, María Jesús Escudero, aseguró que la situación actual se deriva de "un largo proceso de acondicionamiento de una parcela en precario" e invitó a los trabajadores a acudir al concello y comprobar los pasos seguidos, en los que el gobierno local "facilitó los trámites para regularizar la situación" de la empresa.

Recordó que para el gobierno la licencia es un trámite administrativo que "hay que cumplir" y para el que "aún falta el informe favorable de Aena", sin el que "no podemos conceder el permiso", indicó Escudero.