Las concentraciones y protestas protagonizadas por trabajadores del concello porriñés en los últimos días responden, según el alcalde, Raúl Francés, a una "campaña electoralista de intoxicación". El regidor reconoció que "existe un conflicto" desde la ruptura de las negociaciones del convenio colectivo por parte de los sindicatos, pero señaló que esta situación se remonta al pasado mes de julio y "curiosamente se publicita ahora que se aproximan los comicios de mayo".

Francés compareció ayer acompañado por la concejala Obdulia Diniz, a la que ofreció "respaldo absoluto" en su actuación como responsable de Personal. Diniz, por su parte, aclaró algunos de los aspectos que se han criticado en los últimos días y que motivaron incluso que el candidato del Partido Popular a la Alcaldía, Manuel Carrera, solicitase su dimisión.

La edil de Personal explicó que a pesar de que "se ha afirmado que un 30 por ciento de los empleados están de baja, a día de hoy en esta situación figuran sólo 15 de los 232 trabajadores, lo que representa un 6,5% del total", aseguró. Con respecto a los motivos de las bajas, Diniz señaló que "se deben a razones diversas, que incluyen accidentes laborales y enfermedades comunes" y rechazó que, como han apuntado algunos representantes sindicales, "sean por depresión o se deriven de prácticas de acoso laboral".

La concejala negó las acusaciones de "mobbing" y aseguró que "no tenemos constancia de que exista ninguna denuncia en este sentido". En todo caso, instó a quienes tengan sospechas de ello a que "lo denuncien en el juzgado", puesto que "son prácticas delictivas", apuntó.

Convenio

Diniz anunció en todo caso que el propósito del gobierno municipal es "reanudar cuanto antes las negociaciones del convenio colectivo del personal laboral", algo que se producirá "en cuanto el nuevo comité -elegido el 27 de febrero por los trabajadores- tome posesión", indicó. La concejala aseguró que antes de que los sindicatos abandonasen la mesa de negociación "se habían concretado importantes mejoras".