El comercio redondelano salió ayer a la calle para protestar por la manera de ejecutar las obras de reforma de la plaza de Ribadavia y las calles Alfonso XII, Ribeira y General Rubín. La convocatoria, que no contaba con el respaldo de la Asociación de Empresarios, concentró a unas 400 personas -según la Policía Local- ante la Casa Consistorial, muchas vestidas de luto, y portando una pancarta que decía: "As cores da rúa: Redondela en negro".

Los manifestantes cortaron durante casi una hora el tráfico en el casco urbano y se desplazaron hasta el "scalextric", pero finalmente no impidieron el tránsito en la carretera N-550, aunque se registraron retenciones en los accesos a la villa.

Con esta manifestación, los comerciantes pretenden alertar al gobierno local del grave perjuicio que las obras y los cortes de tráfico están causando al sector comercial en el centro urbano, por lo que reclaman que se agilicen los trabajos para reducir los plazos de ejecución. En este sentido, los participantes en la protesta señalaron que no están en contra de las obras, sino de la forma en la que se están ejecutando, y aclararon que la movilización carecía de cualquier cariz político.

Durante la concentración se leyó un manifiesto en el que los afectados pidieron que se garantice el acceso a los comercios durante los trabajos, una mejora de la señalización y la ejecución de las obras por tramos.

Los comerciantes mostraron su agradecimientos a todos los participantes en la concentración, sobre todo a los clientes que mostraron con su presencia su solidaridad con el sector.