Marttinen confiesa tener espíritu aventurero y explica el gran descubrimiento que supuso para él encontrarse con Vigo, después de haber sobrevivido al huracán "Hortensia", en otoño de 1984.

"Sobrevivimos a aquel enorme temporal en un yate, sin velas y con vientos de 160 kilómetros por hora. Fue toda una noche de tempestad". Aunque desde el puerto no le daban permiso "entré en Vigo, a pesar de las rocas. Aquel día descubrí este país, que me pareció muy raro y original, muy verde, con comida muy buena, sin casi turistas de otros paises. Un sitio donde me hablaban de gaitas", comenta.

Poco a poco, coincidiendo con visita a clientes, en Porriño, "fui viajando a Galicia en coche y después realicé cuatro viajes con mi trimarán Araña. Luego llegué a vivir en mi yate en el puerto de Baiona", explica. Sus hijos y nietos residen en su país. Hasta allí va a verlos en el verano, cuando en Finlandia, durante meses, sólo es de día.