Eva González / A GUARDA

El retablo de la Virgen del Rosario de la iglesia parroquial de San Salvador de Salcidos (A Guarda) es muestra palpable de los resultados de una minuciosa actuación restauradora que ha devuelto el esplendor inicial a esta obra barroca y "didáctica", como se distingue por su decoración.

José Luis Ferreira Enríquez y Carmen Arias Fernández, técnicos y responsables de la empresa Acanto, S. C. que ha realizado estos trabajos, encargados por el párroco Pascual Bermúdez Fernández, resaltaron el valor de este inmueble religioso en el que destaca la imagen de la Virgen, talla original del retablo que data de primeros del siglo XVIII.

El color gris generalizado ha dado paso al bermellón original, remediando así intervenciones anteriores erróneas. Destaca la técnica Carmen Arias la suerte de que se hubiese respetado el dorado original, sin repintes de purpurina que hace unos años eran frecuentes, por lo que se ha retocado y se conserva. El altar original se perdió definitivamente al ser instalado otro en su lugar, más alto, lo que causó "alteraciones en el conjunto". En su frontal colocaron tablas de estilo neoclásico que se mantienen al no tener referencia alguna para reproducir el dibujo original.

Los restauradores han devuelto elementos a su lugar original, como la ornacina. También han reproducido partes de los laterales que ya no existían debido a las acciones destructoras de insectos xilófagos que atacaron al inmueble. La nueva incorporación queda claramente diferenciada en la parte artística.

Como anécdota, comentan que durante su labor se percataron de que "para el nuevo altar, los autores aprovecharon piezas de otro mobiliario religioso en las que se mantiene incluso parte de policromía".

Otra característica es que "las imágenes de madera, en su parte trasera, están sin rematar", una forma de hacer de los artesanos de aquellos tiempos.

El trabajo ha requerido el apeo puntual del ático del retablo, pues hallaron inservibles los anclajes de hierro que lo fijaban a los muros y se sustituyeron por otros de acero.

El párroco, Pascual Bermúdez Fernández, manifestó su satisfacción por el resultado de esta actuación que supone una inversión de 20.000 euros por parte de la parroquia, que cuenta con "un grupo vecinal que coopera con generosidad", dijo.

Bermúdez avanzó que en el plazo de unos dos años, la siguiente obra a realizar será el retablo de la Virgen de los Dolores de este templo que desde hace ocho años cuenta con un techo en madera que sustituye a otro anterior de uralita pintada.