Castañas, vino y tradición

La magia del Samaín llega mañana a las calles de Porriño para instalarse en los barrios de San Benito y San Sebastián. Por segundo año consecutivo los vecinos de estos dos barrios rememorarán viejas tradiciones y fiestas celtas con la celebración de la II Noite do Calacú, nombre que reciben las calabazas en esta zona.

Explican algunos miembros de la organización que esta fiesta nació en el momento en que unas vecinas empezaron a recordar los tiempos en los que, en la noche de difuntos, se metían entre el maíz, por las callejuelas, en la vía del tren y en otros lugares, tan sólo para colocar los "calacús" iluminados y con formas monstruosas para asustar a todos aquellos que pasaran cerca.

En esta fiesta los más pequeños deberán asistir acompañados de los mayores, sobre todo, cuando tengan que vaciar las calabazas con objetos punzantes para después darle la forma que deseen. De este modo mañana a partir de las siete de la tarde se convoca a los niños para que lleven sus calacús a la Plaza de San Benito y dejen volar su imaginación creando las figuras más aterradoras. Un poco más tarde, sobre las nueve de la noche, se podrán degustar castañas asadas y vino, para los más pequeños habrá refrescos. Una vez saciado el apetito, la organización procederá al nombramiento del caballero y la dama del Calacú 2005, distinción que recae siempre en gente vinculada a los barrios de San Benito y San Sebastián, a estos dos elegidos se les impondrá una capa y un medallón, típicos de esta fiesta.

El pregón de la Noite do Calacú, siempre con letras irónicas pero leído desde el respeto, cerrará el acto, aunque los vecinos aseguran que mientras haya castañas, vino y música la fiesta continuará hasta que los asistentes quieran. Los vecinos de estos dos barrios invitan a todos aquellos que quieran pasarlo bien a participar.