Las nuevas pistas de cross de la parroquia nigranense de Camos serán objeto de polémica. La Dirección Xeral de Patrimonio, dependiente de la Consellería de Cultura, ha abierto una investigación sobre una supuesta destrucción de tres yacimientos arqueológicos prehistóricos y catalogados por este departamento en As Chans de Monte Castelo, en la parroquia de Camos, donde se ha construido el circuito de competición.

Fuentes de este departamento de la Xunta confirmaron ayer la apertura del expediente y las inspecciones realizadas en la zona para esclarecer los hechos e identificar a sus responsables en caso de que se hayan arrasado los hallazgos prehistóricos. Las mismas fuentes aseguraron que la instalación deportiva carece de autorización por parte de Patrimonio, pese a que la empresa que hace uso de las pistas -Escudería Cantera Val Miñor, con domicilio en Gondomar- estaba en la obligación de haberla solicitado por tratarse de una zona protegida debido a los numerosos yacimientos.

En este sentido, la propia delegada provincial de Cultura, Rosanna López Salgueiro, envió una carta al alcalde de Nigrán, Alfredo Rodríguez, en la que urge la paralización cautelar de las obras "ata que conten coa citada autorización" y le insta a adoptar las medidas necesarias para proteger los yacimientos de la zona.

Las acciones de Patrimonio responden a una denuncia presentada por el Instituto de Estudos Miñoranos y el Club Espeleolóxico Maúxo en la Delegación Provincial de Pontevedra de la Consellería de Cultura, en la Guardia Civil y en el Concello de Nigrán. Ambos colectivos aseguran que los movimientos de tierras y excavaciones para la construcción de las pistas se efectuaron sobre la superficie de tres yacimientos.

La llamada Mámoa das Chans, de entre 4.000 y 5.000 años de antigüedad, ha desaparecido, según aseguran los arqueólogos de estas asociaciones. Los especialistas apuntan también la eliminación de un hallazgo calcolítico, de similar antigüedad respecto a la mámoa, y otro paleolítico de útiles de piedra, cuya antigüedad se fija en unos 200.000 años.

Seprona

A la queja de las sociedades culturales se suma una denuncia tramitada por agentes del Seprona a la que pudo acceder este diario. Los guardias denunciaron a la comunidad de montes de Camos y a la Escudería Cantera Val Miñor por infringir la Ley de Patrimonio Cultural y la Ley de Ordenación Urbanística de Protección del Medio Rural de Galicia.

Por un lado, los agentes certifican que las obras consistentes en el movimiento de tierras carecen de licencia urbanística y detectan la colocación de carteles publicitarios sobre el circuito sin permiso municipal. Asimismo, su documentación asegura que el desarrollo de la actividad no dispone de la licencia correspondiente. El informe del Seprona advierte además de la tala de árboles y de la actuación sobre una zona catalogada de protección forestal.