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El Celta se reencuentra con Boban 24 años después

El exfutbolista croata, que perteneció durante tres meses al equipo vigués, ocupa la presidencia del Dinamo Zagreb, al que el jueves se enfrentan los celestes en la capital croata

Zvonimir Boban, actual presidente del Dinamo Zagreb.

Zvonimir Boban, actual presidente del Dinamo Zagreb.

Vigo

Tres meses en Vigo fueron suficientes para que Zvonimir Boban y su esposa Lea se enamorasen de esta ciudad. Ese breve periodo de tiempo fue también el que el celtismo pudo disfrutar de uno de los futbolistas más importantes de la historia de Croacia. En el verano de 2001, Boban abandonó el Milan para firmar por el Celta en la búsqueda de ese club que practicase un fútbol alegre y que le permitiese disfrutar de sus últimos años como profesional del deporte rey. Veinticuatro años después, Boban y el Celta vuelven a coincidir. Esta vez en una eliminatoria de la Liga Europa. El astro croata ejerce ahora como presidente del Dinamo Zagreb, que el jueves recibirá a los célticos en el estadio Maksimir, donde Boban protagonizó en 1990 un hecho que pasó a formar parte del desencadente de la guerra entre Croacia y Serbia al propinar una patada a un policía que golpeara a un seguidor croata.

Boban, durante un partido del Celta en Balaídos. |  Ricardo Grobas

Boban, durante un partido del Celta en Balaídos. | Ricardo Grobas

«Al Celta lo tendré en mi corazón para siempre», manifestaba Boban a este diario en octubre de 2014, con motivo de su visita a Vigo para conocer la feria Conxemar de la mano de su amigo Manuel Castro, dueño de Noribérica. No le importó a Boban que Víctor Fernández lo relegase a la suplencia y lo considerase incompatible con Mostovoi, a quien el croata admiraba como futbolista.

«Estuve poco tiempo en Vigo pero fue una experiencia muy bonita», reconocía hace una década quien con 19 años se convirtió en capitán del Dinamo Zagreb, al que se incorporó con 14. Fue campeón del Mundo sub-20 con Yugoslavia y tercero con Croacia en el Mundial de 1998. Estrella del Milan, el Celta lo recibió con los brazos abiertos porque esperaba disfrutar con otro centrocampista de lujo junto a Mostovoi.

Pero Víctor Fernández le tenía reservado un papel secundario. Era suplente en la Liga y titular en la competición europea. Debutó ante Osasuna y después se enfrentó a Tenerife, Mallorca y Valencia. Además, disputó la doble eliminatoria ante el Sigma Olomuc y el 9 de 0ctubre de 2001, al día siguiente de cumplir los 33 años, decidió retirarse después de que el entrenador céltico le obligase a jugar el último cuarto de hora de una prórroga de Copa en el campo del Lemona. Esa fue su triste despedida del fútbol profesional, aunque a Vigo había llegado con la idea de no demorar mucho su retirada. «Yo tenía la idea de seguir los pasos de Platini, que se fue del fútbol con 32 años, con mucha elegancia. Yo quería hacer lo mismo».

Enamorado de Vigo

No se arrepintió Boban de que el campo de Arlonagusia fuese el de su adiós como futbolista. Tenía otros planes, como estudiar Historia y Periodismo. Después se hizo comentarista deportivo de Sky Italia y fue editorialista de la Gazzetta dello sport. Comenzó a vivir a caballo entre Zagreb y Milán. Montó una empresa de distribución de alimentación en su país de origen, donde se convirtió en director del periódico Sportske Novosti. Además, ejerció de director de fútbol de la UEFA entre 2021 y 2024. Y en abril pasado, fue elegido presidente del Dinamo Zagreb, tras las primeras elecciones democráticas en el club croata, cargo que ejerce oficialmente desde el 1 de junio de 2025. «Entré por primera vez al estadio Maksimir el 1 de septiembre de 1982, y el deseo sigue siendo el mismo», dijo quien el jueves recibirá en su casa al Celta, el equipo que le dejó una profunda huella a pesar de no cumplir sus expectativas deportivas en Vigo, ciudad en la que su esposa se enamoró del mar y de los percebes y Zvone, «de todo y del arroz con bogavante».

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