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La felicidad llega de Europa

En la noche de Iago Aspas, que abrió el marcador con un extraordinario gol antes del espectáculo de drones que se le rindió como homenaje por sus 534 partidos con la celeste, el Celta encontró ante el Niza otro bálsamo para intentar romper en la Liga una racha histórica de nueve jornadas sin ganar.

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 Niza.  |  Jose Lores

Zaragoza conduce el balón perseguido por dos jugadores del Niza. | Jose Lores

Vigo

Noveno no se ha situado el Celta en una liguilla de 36 equipos en el segundo torneo de la UEFA después de sumar su segunda victoria consecutiva en Balaídos. La felicidad llega más allá de los Pirineos. Lo que no se consigue en la Liga (siete empates y dos derrotas) se disfruta en la Europa League: hace unas semanas ante el Paok griego (3-1) y ayer frente al Niza francés (2-1), en el día que Iago Aspas agrandó su leyenda al disputar su partido 534 con la celeste y superar a Manolo, ‘el gran capitán’ en un récord para la historia. Y para celebrarlo, el moañés abrió con un extraordinario gol el marcador de un partido vibrante que se decantó a favor de los celestes en la segunda mitad, ya con superioridad numérica, gracias al séptimo tanto de la temporada de Borja Iglesias. Y a este dúo de estrellas celestes se sumó ayer por fin Bryan Zaragoza, que fue una pesadilla para la zaga del equipo galo, ante el que debutaron en Europa Manu Fernández y Miguel Román en otro día más en el que Radu no pudo celebrar una portería a cero, y ya van doce como jugador del Celta.

Aspas, principio y final

Menos de dos minutos tardó Aspas en poner patas arriba Balaídos que con 20.631 asistentes apenas tuvo tiempo de acomodarse para disfrutar de un gol desde unos 25 metros de distancias del capitán céltico. Menuda manera de romper el récord de Manolo Rodríguez como céltico con más partidos en la historia del club. Con su segundo tanto en esta edición de la Europa League, Aspas abrió el camino de una victoria que tuvo el colofón con un espectáculo de drones en su honor por ese récord mayúsculo.

La exhibición de Bryan

Aspas no estuvo solo para llevar al Celta a una nueva victoria europea. Ayer tuvo un socio de lujo, un Bryan Zaragoza que realizó su mejor actuación desde que se incorporó al equipo el verano pasado. Junto a Carreira, el andaluz convirtió la banda izquierda del Celta en una pesadilla para un Niza que a base de una buena presión se adueñó de la pelota tras el tanto de Aspas y a los 15 minutos igualó el marcador, que pudo ampliar a su favor en varias ocasiones, sobre todo en una de Abdi, que remató muy flojo a un metro de Radu cuando ya se esperaba el segundo tanto de los franceses. Pero entre Bryan y Carreira consiguieron sacarle dos tarjetas amarillas al capitán Clauss, que a los 37 minutos dejó a su equipo en inferioridad numérica durante más de 50 minutos. Ahí comenzó otro partido, muy favorable al Celta.

Seis cambios

Para hacer frente a un Niza con un poderoso físico y buen toque de balón, sobre todo por parte de Tom Louchet, Giráldez dispuso ayer de un renovado once, con seis novedades con respecto al que empató el domingo pasado ante la Real Sociedad: Manu Fernández, Hugo Álvarez, Beltrán, Miguel Román, Aspas y Bryan Zaragoza entraron por Javi Rodríguez, Mingueza, Sotelo, Moriba, Jutglà y Borja Iglesias. El once inicial céltico, a pesar del madrugador gol de Aspas se vio superado, sobre todo en las acciones a balón parado y en acciones a la espalda de su defensa. Así llegó el gol de Ali Cho, que ganó por velocidad a Marcos Alonso y superó con un tiro cruzado a un Radu que dejó mucho espacio abierto hacia el palo largo.

Otro gol en contra

El equipo de Giráldez es incapaz de dejar su portería a cero. No lo ha conseguido en los doce partidos oficiales en este curso. Radu no se merece tanto castigo. Ayer, tras el gol rival, estuvo seguro y acertado en las numerosas ocasiones que le puso en apuros el Niza, que no se rindió hasta el último segundo.

Acoso y derribo

La segunda parte, con superioridad numérica y con Borja Iglesias como boya en ataque, el Celta mantuvo un acoso y derribo hasta que el santiagués, de rebote, superó a Diouf. Con Bryan Zaragoza en modo estelar, el Celta cercó al rival en su área y lo atacó por todas las vías sin más premio. Con un marcador tan ajustado, el Celta sufrió en los últimos minutos a través de faltas y varios saques de equinas bien defendidos por los de Giráldez, que han encontrado la felicidad en Europa en el día de Aspas.

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