El Celta y Giráldez acuerdan revisar las condiciones de su contrato, sin prolongarlo más allá de 2027

Las intenciones del Celta y de Claudio Giráldez de ampliar el contrato del entrenador porriñés, cuya fecha de caducidad alcanza hasta junio de 2027, se han quedado en una revisión de las condiciones del último acuerdo firmado entre el club y el entrenador el pasado 16 de octubre de 2024.

Ambas partes se han comprometido a elevar la penalización en el caso de que alguna de las partes decida romper dicho contrato antes de la fecha de caducidad. El acuerdo alcanzado entre ambas partes implica además una mejora en las condiciones económicas del preparador céltico y del cuerpo técnico que dio el salto con él desde el Celta Fortuna en marzo de 2024 en sustitución de Rafa Benítez.

Con este acuerdo, se endurecen las condiciones en el supuesto de que el entrenador o el club quieran romper esta relación contractual antes de tiempo. Ambas partes consideran suficiente por el momento que la duración del contrato se mantenga hasta junio de 2027, como se acordó hace un año.

Giráldez había comentado el pasado septiembre su deseo de continuidad en el Celta. «Desde mayo, he hablado con la presidenta y con el director deportivo con la intención de renovar mi vinculación con el club. Estoy donde quiero estar. Estoy feliz en el Celta y con la intención de estar más tiempo», dijo entonces el porriñés, que así se asegura un mínimo de tres temporadas al frente del equipo vigués.

La relación de Giráldez con el primer equipo del Celta comenzó a mediados de marzo de 2024 después de que el club destituyese a Benítez al día siguiente de perder por goleada en el Bernabéu. A partir de ahí, el contrato del técnico porriñés incrementó su cuantía porque hasta entonces había ejercido como técnico del filial céltico. Meses después, en octubre, club y técnico anunciaron un nuevo contrato que se extendía hasta 2027 pero que dejaba una vía abierta a romper el acuerdo un año antes sin penalizaciones económicas para ninguna de las partes.

Después de más de cuatro meses de conversaciones, Giráldez y el Celta han decidido mantener la duración del último contrato y endurecer las condiciones de una posible ruptura anticipada del mismo. Además, el cuerpo técnico mejora sus ingresos económicos con respecto a lo establecido en el anterior contrato. Una vez más, club y entrenador han aprovechado un paréntesis en la Liga por los compromisos de las selecciones para revisar la situación contractual que les une desde que en marzo de 2024 Giráldez se hiciese cargo del primer equipo.