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El Celta apaga la sed de goles

Jutglà, Bryan Zaragoza y Pablo Durán marcan en el partido amistoso ante la selección de Ourense, algo que no habían conseguido en lo que va de temporada. El compromiso solidario de ‘Xuntos contra o lume’ reúne en Balaídos a 5.000 aficionados tras agotar la camiseta conmemorativa para recaudar fondos para la reforestación de los montes arrasados

Vigo

El partido solidario con los municipios ourensanos cuyos montes fueron arrasados por los incendios el verano pasado, celebrado ayer en Balaídos, sirvió para que el Celta apagase la sed de goles que lleva esta temporada, en la que solo ha sumado 7 tantos en las ocho primeras jornadas de Liga y únicamente tres de sus delanteros han acertado con la portería rival.

Cinco goles anotaron los célticos ante una selección de Ourense formada por jugadores modestos, como máximo de Primera RFEF, que no pudieron contrarrestar la superioridad de un rival que disputa la Liga Europa.

Fue un buen entrenamiento para los jugadores de Claudio Giráldez, que contó por primer vez con Joseph Aidoo, con Franco Cervi y con Iván Villar, además de darle minutos a siete jugadores del filial. Lo mejor del partido para los célticos fue que Bryan Zaragoza, Ferran Juglà y Pablo Durán, este último por partida doble, sumaron los primeros goles del curso.

Ninguno de los tres había visto puerta en estos casi dos meses de competición. Su sequía ha condicionado unos resultados que al Celta le han llevado a ocupar la zona baja de la tabla clasificatoria en la Liga y a no haber podido celebrado todavía un triunfo tras ocho partidos disputados.

Aspecto de la grada
de Balaídos.
|  Marta G.Brea

Aspecto de la grada de Balaídos. | Marta G.Brea

El primero en acertar con la portería rival fue un Bryan Zaragoza del que en Vigo se espera mucho más de lo que ha aportado hasta el momento el jugador cedido por el Bayern de Múnich. Ayer, aprovechó una buena asistencia de Carlos Domínguez para encarar al defensa desde el costado izquierdo y buscó el palo largo de la portería del combinado ourensano. El balón tocó en un defensor y nada pudo hacer el guardameta Diego García, del Arenteiro.

Era el minuto 14 de partido y Balaídos celebraba el primer gol. Dos minutos después, Giráldez sustituía a Aspas por un Jutglà que entró con ganas de estrenarse como goleador céltico. El catalán lo intentó varias veces, hasta que en el minuto 43 recibió un balón robado por un compañero y lo elevó para superar al cancerbero rival.

Así finalizaba una primera mitad con buenos minutos de El-Abdellaoui como carrilero derecho, también de un exuberante Aidoo y un animoso Cervi.

Los jugadores célticos celebran uno de los goles. |  Marta G.Brea

Los jugadores célticos celebran uno de los goles. | Marta G.Brea

Con el descanso llegó un carrusel de cambios que implicó un total de nueve cambios en el Celta, que solo mantuvo a Cervi y a Aidoo. Giráldez apostó entonces por chavales del filial como Ángel Arcos, Óscar Marcos, Joel López, Gavián y Hugo González, junto a Damián, Ilaix Moriba y Pablo Durán.

El delantero de Tomiño también aprovechó la oportunidad de disputar este amistoso para desquitarse de su sequía goleadora en los partidos oficiales de esta temporada. En el minuto 58, Durán recogió una excelente asistencia de Cervi para anotar el 3-0.

Girálde dio entrada después a Mingueza y a Antañón, los únicos del banquillo que quedaban sin jugar. Unos minutos más tarde, en el 66, Pablo Durán apareció de nuevo en el área para marcar de cabeza el cuarto de una noche en la que el público se divertía haciendo la ola. Y cuando la goleada amenazaba con ser de escándalo, la gente comenzó a animar al equipo ourensano para que al menos marcase un gol. Pero ni con esas se dejó sorprender ayer un Celta que también en defensa se mostró más fiable que en la competición oficial, donde no ha logrado dejar su portería a cero en los diez compromisos que acumula este curso.

Marián Mouriño
y Pablo Prieto posan
con alcaldes ourensanos
y algunos brigadistas.
|  Marta G.Brea

Marián Mouriño y Pablo Prieto posan con alcaldes ourensanos y algunos brigadistas. | Marta G.Brea

Pero sigamos con un partido, que sirvió también para que promesas emergentes como Ángel Arcos, Óscar Marcos o Gavián ofreciesen minutos de calidad. Este último, un carrilero de largo recorrido, como Rueda o Carreira, fue el autor del quinto tanto de una noche solidaria. Apareció en el área rival para cerrar una goleada que al Celta le sirve para que tres de sus delanteros se acostumbre de nuevo a marcar goles.

Ante un resultado tan abultado para el combinado que dirigieron Mario Guede y Ramón Dacosta, los aficionados que acudieron a Balaídos insistieron en animar al rival del Celta para que no se fuese de esta fiesta solidaria sin marcar un gol. No hubo ni la más mínima concesión por parte de los zagueros celestes, ayer con una camiseta verde que se agotó en pocas horas y para la que ya no se admiten más reservas.

El árbitro vigués Javier Figueiredo, auxiliado por Abraham Pérez y por Adrián Díaz, con Zulema González como cuarta colegiada, dio por concluido un amistoso que durante el descanso ofreció un homenaje a los alcaldes de la veintena de localidades ourensanas que el verano pasado se vieron afectadas por devastadores incendios forestales. También estuvieron representadas en Balaídos las brigadas contraincendios, en una noche en la que el Celta pudo apagar su sed de goles.

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