Claudio Giráldez: «Vamos a acabar la temporada con una victoria, no tengo duda»

El Celta se juega mañana en Getafe (21 horas) una plaza europea y su técnico, Claudio Giráldez, no duda en alcanzar el objetivo, que pasa por ganar en el Coliséum a un rival que no se juega nada ya. Y Giráldez confía en su equipo porque le mueve más «la ilusión» por cerrar una temporada con matrícula de honor que la «presión» de lo que está en juego. Al artífice de esta gran temporada le gusta más «la unión» que el liderazgo que pueda ejercer en el club vigués.

Charlamos con Claudio Giráldez antes del decisivo partido contra el Getafe

Pedro Fernández

Le apasiona tanto el fútbol que reconoce que le cuesta desconectar de un deporte del que destaca lo colectivo sobre lo individual. Se siente líder de un Celta al que ha situado a las puertas de Europa en solo un año. Claudio Giráldez (O Porriño, 1988) confía en certificarlo en Getafe y seguir creciendo de la mano del equipo de su vida.

–¿Qué sensaciones le deja la primera temporada en la élite?

Muy buenas. Nos queda esa guinda para el pastel, esa última jornada que pone el cierre y entonces sacaremos las conclusiones pertinentes, pero creo que no podemos pedir más a esta primera temporada en el Celta y ojalá todas sean igual de bonitas, de continuas, de ilusionantes, y con esta comunión entre todas las patas que rodean al Celta porque es muy bonito sentir lo que sentimos desde el campo y en el día a día en la ciudad. Creo que es difícil de encontrar momentos tan completos dentro del fútbol.

–¿Le ha resultado más fácil incluso de lo que podía imaginar en el momento que se hizo cargo del equipo el año pasado?

Mucha gente me dijo entonces que era un marrón tener que hacerme cargo del equipo. Yo lo vi como el sueño de mi vida, como una oportunidad; me sentía preparado para ello y lo he visto como algo natural, más que fácil o un marrón. Ni una cosa ni la otra. Sabemos que fácil no es, sabemos la dificultad que tiene cada semana, cada partido, cada movimiento que hacemos como entrenadores, pero intentamos estar preparados y ser consecuentes con nuestra manera de sentir y de trabajar. Tampoco lo veo como algo que sea un marrón o excesivamente complicado porque es lo que nos gusta, lo que nos entretiene, lo que nos divierte y tenemos la suerte de dedicarnos a lo que nos apasiona y hacerlo donde queremos, que es el club de nuestra vida. Lo veo como algo ilusionante, como un privilegio.

El entrenador del Celta, Claudio Giráldez, en la ciudad deportiva Afouteza

El entrenador del Celta, Claudio Giráldez, en la ciudad deportiva Afouteza / Marta G. Brea

–La sensación que transmite desde fuera es de cierta normalidad, tranquilidad, como si estuviese muy preparado para vivir esta situación.

Soy una persona tranquila, por lo general, y trato de relativizar las cosas, ser objetivo, no guiarme solo por las emociones que el fútbol nos despierta, y mucho, sino por la realidad, los datos, el trabajo que hay detrás, ver lo que podemos mejorar. Intento buscar mucho la mejora del día siguiente y eso me lleva a relativizar y que todo parezca más natural. Creo que la vida me ha puesto muchas veces en mi sitio, en los problemas de verdad que hay, en los errores que he cometido, en aprendizajes, y eso me hace estar tranquilo conmigo mismo, con lo que hay a mi alrededor, buscar cómo hacer mejor las cosas de cómo las hemos hecho o darle ese giro de tuerca a las que podemos estar haciendo bien.

–¿La vorágine del fútbol de élite le ha llevado a perderse cosas que ahora echa de menos?

Evidentemente viajamos más, estamos más tiempo fuera de casa, menos tiempo con nuestra familia, con nuestros amigos y ese es el peaje que pagamos un poco. Pero tu familia tiene que entender que vas a estar menos tiempo con ella. Estamos ahí de otra manera, no tan presentes, pero tratando de cumplir con nuestras obligaciones y nuestras aficiones con la familia, con el entorno. Evidentemente, esta es la parte más complicada, el estar menos con tus seres queridos.

«No es presión, es ilusión lo de este fin de curso. Presión era luchar por la permanencia»

–¿Deja de ser entrenador en algún momento del día?

Creo que no, pero es que ni en vacaciones, la verdad. Algo que voy aprendiendo es a encontrar momentos de desconexión pero al final la cabeza siempre va con el hobby que es tu trabajo, que es el fútbol, buscando la manera de ser mejor. En momentos de desconexión como las vacaciones o estar durmiendo hay una parte ahí que sigue trabajando porque normalmente tampoco siento que trabaje sino que estoy haciendo lo que me justa y busco la manera de ser cada vez mejor. Es mi forma de vivir, soy así. Siempre soy exigente conmigo mismo y con lo que creo que podemos construir.

–¿Eso es algo que necesita usted o realmente cree que el equipo va a ser mejor si le dedica más tiempo?

Se trata de que lo que hacemos sea efectivo y también tiene que haber momentos de desconexión y perdonarte por desconectar, que no significa que no estés trabajando, preparando cosas para que el equipo vaya mejor. Es un aprendizaje que tenemos los entrenadores día a día e intentamos mejorar para perdonarnos a nosotros mismos en momentos de desconexión. Pero pienso que también es necesario para el equipo que trabajemos mucho, que seamos muy constantes, exigentes con nosotros mismos para poder ser exigentes con los demás; y creo que esto también es clave para cómo queremos que el equipo funcione: que sea exigente, que sea trabajador y que busque la forma de ser cada vez mejor. Y el ejemplo es la mejor manera de demostrarlo.

Claudio Giráldez, entrenador del Celta, en la sala de prensa de la ciudad deportiva Afouteza

Claudio Giráldez, entrenador del Celta, en la sala de prensa de la ciudad deportiva Afouteza / Marta G. Brea

–¿Esperaba tantos elogios de colegas, como los de Imanol Alguacil tras el partido de Anoeta?

Estoy muy agradecido por los halagos, pero yo simplemente soy una parte del trabajo de un club, de un equipo. Intento tomar las mejores decisiones para que el equipo lo haga lo mejor posible en mi forma de entenderlo y ser consecuente con lo que yo pienso y con lo que el club quiere ser. A veces se focaliza en el entrenador para lo bueno o para lo malo, de manera justa o injusta, cada uno lo puede ver como considere; pero bueno, esto forma parte de un trabajo colectivo y a veces no solo del club sino de todo el entorno, de los medios de comunicación, de la afición, de la ciudad. Creo que hay muchas patas que ayudan a que esto vaya en la misma dirección y en estos momentos en el Celta todo el mundo va en la misma dirección y esto seguramente es responsabilidad de todo lo que estamos consiguiendo. Muy agradecido a los halagos, a nivel personal, pero también sé que llegarán las críticas, sé en el mundo en el que vivo y me guío por ser consecuente con lo que puede ser mejor para el equipo y ser honesto con los jugadores. Eso es lo que me mueve.

–La gente siente que usted es el líder de este proyecto. ¿Es consciente de que se le señala como el principal responsable de lo que está sucediendo en el Celta?

Soy una parte, como dije antes. No soy consciente de que todo pase por mí o de que sea el líder de esto. Mi trabajo, evidentemente, es liderar. Soy entrenador y tengo que ser líder. Me gusta liderar y lo asumo como algo agradable. Sé que me equivoco en cosas, intento corregirlas, sé que en otras cosas vamos acertando y luego la gente ya valorará quién tiene más mérito o no, pero esto no es una competición de méritos sino de que todo el mundo sumemos para que los méritos sean los suficientes para alcanzar nuestros objetivos. Y ahí trabajamos. Yo no tengo la necesidad de ser el que más o menos lidera esto sino aportar, sumar y que todos vayamos en la misma dirección; y noto que así funciona el Celta

–¿El ego lo tiene controlado?

Tengo ego y creo que es difícil no tenerlo en este mundo porque hay mucha exigencia y porque sino no seríamos capaces de tener nuestro propio criterio, pero no necesito el reconocimiento ni ser yo el responsable ni el protagonista de esto. No me gusta el protagonismo. Esto es un deporte colectivo y eso es lo que más me gusta del fútbol, que es colectivo, sino me dedicaría al tenis o a otro deporte.

–¿Cómo afronta el Celta este partido clave de la temporada ante el Getafe?

Con mucha ilusión. Creo que partidos claves fueron la temporada pasada contra el Granada y el Athletic Club. Esos sí los vi como partidos muy claves. Ahora estamos en un momento para disfrutar, tras muchos años de estar luchando por jugar en Europa. Ahora somos séptimo y hacía muchísimo tiempo que no pasaba en la última jornada; y lo afronto con muchísima ilusión, con mucha motivación. Creo que tenemos un equipo que durante toda la temporada nos ha hecho sentirnos orgullosos de lo que hacía en el terreno de juego y sé que lo va a seguir haciendo en esta última jornada. Y creo que esa ilusión y ese legado a futuro es lo más bonito que hemos vivido este año. Llegar a esta altura de la temporada siendo séptimos y dependiendo de nosotros mismos para jugar por Europa la temporada que viene es precioso y una ilusión.

–¿Duró mucho el luto por la derrota ante el Rayo Vallecano?

A gente del entorno creo que sí porque tuve que animarla al acabar el partido. Estaba todo el mundo fastidiado. Perder es complicado siempre y siempre hay que digerirlo, pero hemos digerido muy bien las derrotas y no tengo duda de que esta la vamos a digerir también. El equipo me ha demostrado con la ilusión y la alegría que hay siempre en la ciudad deportiva que estamos muy contentos de dónde estamos, de lo que estamos haciendo y vamos a acabar la temporada con una victoria, no tengo duda y que los que estamos ahí en el día a día sabíamos la dificultad que tenía el partido contra el Rayo y el resto de partidos, de lo difícil que es a estas alturas de la temporada enfrentarse a cualquier equipo y que había un 33,3 por ciento de opciones de perder el partido y así se dio. Aún así, hicimos méritos para hacer más en este partido, sin ser nuestro mejor partido y sin jugar nuestra mejor primera parte, pero creo que hicimos más méritos posiblemente que el rival para poder ganar. Pero, a veces, sin ser mejores que el rival, como nos pasó con la Real, les ganamos y habiendo sido mejores que el Rayo no les ganamos. La temporada nos va equilibrando y nos hace llegar a esta altura de la temporada séptimos y dependiendo de nosotros, así que es un privilegio. Vamos a jugar el partido de Getafe con esa ilusión y con esa tranquilidad de que el equipo sabe lo que tiene que hacer y lo que quiere hacer cada fin de semana.

Claudio Giráldez, entrenador del Celta, en la sala de prensa de Afouteza, junto a un mural de jugadores ilustres

Claudio Giráldez, entrenador del Celta, en la sala de prensa de Afouteza, junto a un mural de jugadores ilustres / Marta G. Brea

–Entonces, la semana para Laura Centoira, la psicóloga, no ha sido más complicada.

No. Creo que ha habido semanas más complicadas que esta. Enero fue un mes complicado, en el que ha habido partidos difíciles de gestionar porque no estábamos en nuestro mejor momento. Creo que el año pasado la parte mental de los diez últimos partidos cobró una importancia vital y este año el equipo ha sido estable. Evidentemente, todos queríamos ganar el otro día, tenemos una plantilla que no hace falta motivarla. Cualquier equipo siempre quiere ganar pero más en un equipo en el que hay mucho celtista dentro del vestuario y eso es también un poco el cierre de la conexión entre todos. Los aficionados se sienten muy representados por los jugadores, los jugadores se sienten muy aficionados del propio club y tenemos que buscar ese equilibrio para que los jugadores puedan rendir y hacer las cosas lo mejor posible. Y esa estabilidad durante el año nos ha hecho estar séptimos en estos momentos de la temporada, no siendo enero nuestro mejor mes en cuanto a resultados. O teniendo muy buenas sensaciones en cuanto a resultados y no tan buenas en cuanto a juego, como fue el mes de marzo, que no estuvimos a nuestro mejor nivel futbolístico pero fuimos capaces de ganar y esa regularidad nos ha hecho llegar hasta aquí para disfrutar y depender de nosotros mismos en este último envite.

–El sábado se enfrentan a un Getafe que no se juega nada y que se presenta a la cita con dos entrenamientos después de tres días de descanso tras asegurarse la permanencia. En ese caso, ¿le preocupa más lo que pueda hacer su equipo que el rival?

A mí siempre me preocupa más mi equipo y eso no significa que no le hagamos caso a lo que haga el rival, de dónde venga el rival o dónde está el rival porque hay que tenerlo en cuenta siempre. Si hay un equipo que se caracteriza por cómo compite cada fin de semana, gane o pierda, o lo difícil que es ganarle, es el Getafe. Sabemos la dificultad que tiene jugar contra ellos, lo competitivos que son. Además, con Bordalás sabemos la dificultad que tiene meterle mano. Pero también sabemos cómo ganarle porque lo demostramos en el partido en Vigo. También sabemos que hemos tenido la sensación esta temporada de que pudimos ganar en cualquier partido y eso nos da muchísima tranquilidad para afrontar cualquier compromiso porque vamos a mirar al rival de frente, porque vamos a ir a ganarles, como hemos hecho en cada partido durante este año. Esa es nuestra mentalidad semana tras semana. Hay semanas en las que lo consigues y semanas en las que no, pero sabemos que podemos conseguirlo cada semana y esta no va a ser distinta.

«Tengo una plantilla competitiva y unida, que es lo que más me preocupa»

–El celtismo renovó la ilusión rápido y se espera alrededor de tres mil aficionados en Getafe. ¿Le preocupa por lo que pueda suponer de presión a su equipo tal movilización?

No es presión, es ilusión lo de este final de temporada. Presión era cuando estábamos luchando por el descenso porque modifica mucho los planes estar en Primera División o no. Ahora mismo es una ilusión tremenda la que tenemos y si somos capaces un poco de hacer balance de la temporada, de dónde venimos y de estar en esta última jornada en la séptima posición, repito, creo que nos vamos a ilusionar todos muy rápido, tener una motivación muy grande y una sensación del trabajo bien hecho para poder llegar a este momento de la temporada así. Eso nos da mucha tranquilidad, mucha ilusión y vamos con total convencimiento de que podemos ganar el partido y estoy seguro que lo vamos a hacer.

–¿Le cambia el análisis de la temporada por lo que pase el sábado?

He hablado en los últimos meses de la matrícula de honor y cuando tus hijos te llegan con un sobresaliente a casa y pueden tener la matrícula de honor, si no lo consiguen dirás: bueno, está bien un sobresaliente. No creo que cambie demasiado. Creo que estamos construyendo algo a futuro muy ilusionante, muy esperanzador. Creo que la manera de cómo se comportan los jugadores, de cómo se muestra el equipo, de cómo son esos jugadores, de cómo es el club, hace que todos nos sintamos orgullosos y estemos ilusionados con el futuro. Y creo que eso no lo va a cambiar este partido, sabiendo que lo queremos ganar y vamos a hacer todo para ganarlo para estar el año que viene en competición europea. Pero el sobresaliente es una muy buena nota para la temporada.

Claudio Giráldez, entrenador del Celta, se considera un apasionado del fútbol

Claudio Giráldez, entrenador del Celta, se considera un apasionado del fútbol / Marta G. Brea

–Sin embargo, una derrota dejará en el ambiente cierta decepción. Eso es inevitable.

Eso es así pero tenemos que ser conscientes del trayecto, de lo que hemos conseguido y pensar en que queremos más y tenemos que estar con una ambición mayor sabiendo la dificultad que tiene cada partido en esta categoría. Espero que todos sumemos para estar cada vez mejor. Tenemos que repetir muchas cosas de esta temporada para la que viene y seguir teniendo la exigencia de ser cada vez mejores. Si hubiésemos ganado al Rayo y perdido con la Real habría mucha gente que vería las cosas de una manera distinta, pero la realidad es la misma: que estaríamos séptimos dependiendo de nosotros y que en vez del Rayo el rival sería la Real Sociedad. Hay que intentar relativizar las cosas y valorar dónde estamos y ver el presente con la máxima ilusión, y cuando acabe el partido sacar conclusiones.

–¿Le sorprende lo rápido que está germinando este proyecto?

Creo que ninguno esperábamos estar a estas alturas de la temporada tan bien a nivel clasificatorio. Yo soy una persona optimista y sabíamos que podíamos estar entre los diez primeros este año. Sabemos lo que nos costó mantener la categoría en los últimos años y creo que se están dando pasos firmes y buenos hacia el futuro. Y eso no nos desvía en el presente para poder exigirnos como tener que ganar contra el Getafe, y ahí estamos. Al final de la temporada sacaremos las conclusiones y analizaremos lo que hemos hecho bien y mal, pero creo que todos estamos muy contentos de estar por encima de lo que esperábamos esta temporada y de la evolución que hemos tenido en cuanto a resultados y seguramente en cuanto a estabilidad. Nos mueve el sentimiento de acabar poniendo la guinda a una temporada tan bonita, de acabar con una victoria, de acabar séptimos, de acabar con una sensación de que creo que nos lo merecemos y de un sentimiento de equipo que hay tan dentro del vestuario. Espero que acabe bien.

«Sabemos cómo ganarle al Getafe porque lo hicimos en la primera vuelta en Vigo»

–¿La actual plantilla necesitaría muchos refuerzos si el equipo se clasifica para Europa?

Creo que tenemos una plantilla muy competitiva, como hemos demostrado este año y luego hay temas contractuales, de finales de contratos, de cualquier modificación por culpa del mercado, pero yo estoy tranquilo con la plantilla que tengo. Lo he dicho a pesar de que hemos tenido más bajas que altas en el mercado de enero, lo he dicho cuando teníamos muchos jugadores en pretemporada. Tengo una plantilla unida, que es lo que más me preocupa, tenemos recursos para cualquier posición y confío en el trabajo de la dirección deportiva. Estoy tranquilo con eso, que ahora mismo me queda muy lejos porque estoy pensando en Getafe, en que acierte con el once, con los cambios, con el planteamiento y en que ayude a los jugadores a poner ese broche de oro a una temporada muy bonita.

Las infinitas variantes en las alineaciones

–¿Cómo le explicamos a la gente la necesidad de cambiar tanto el equipo cada semana?

Lo primero que hay que entender es que yo no cambio por gusto personal o por mantener la etiqueta de que me gusta cambiar, no lo hago por eso. De hecho, este año ha habido dos semanas en las que íbamos a repetir equipo pero no pudimos por lesiones y sanciones porque veíamos que el equipo había estado bien y porque el partido era similar en cuanto a características, pero no se pudo hacer. Lo siguiente que tenemos que buscar es la forma de ganar ese partido. Si no tuviésemos a todo el mundo preparado la lesión de Starfelt o de Aspas hubiesen sido un drama. Ha habido lesiones de jugadores importantes y el equipo ha seguido compitiendo sin ellos. Y pienso que todo el mundo está preparado, siente que puede entrar y luego que tenemos perfiles de jugadores que encajan mejor en unos partidos que en otros o porque hay molestias o estados físicos que no se desvelan por no dar pistas al rival. Intento hacerlo lo mejor que puedo dentro de que nos equivocamos y que estamos permanentemente aprendiendo para que el equipo gane. No por un capricho sino por una coherencia con mi forma de entender el equipo.

Claudio Giráldez, entrenador del Celta, en la sala de prensa de Afouteza durante la entrevista

Claudio Giráldez, entrenador del Celta, en la sala de prensa de Afouteza durante la entrevista / Marta G. Brea

–En esa gestión de minutos de la plantilla está el caso de Aspas, que parecía complicado de gestionar en la recta final de su carrera. ¿Ha sido como esperaba, más fácil…?

Ya he dicho que a veces nos costaba más a nosotros que a él no estar en el terreno de juego porque sabemos la importancia que tiene en el club, en lo vestuario, en lo anímico. Porque es diferente y porque es distinto. Pero hay momentos de forma, pasan los partidos. Desde la lesión sabíamos que le costaba arrancar y no tenía la continuidad que a todos nos gustaría. Pero ha tenido momentos muy importantes durante la segunda vuelta sin la continuidad de la primera. Para mí estuvo especialmente bien en el arranque de Liga, para un jugador de su edad no es lo normal. Tenemos que acostumbrarnos a que Iago no estará toda la vida y que el físico de las personas va menguando con los años y es algo natural que él asume muy bien. Se le ve feliz y aporta cuando entra de inicio, desde el banquillo, en el día a día y en el vestuario. Es un ejemplo para todos y ojalá lo podamos tener el máximo tiempo posible en el campo, pero queremos tenerlo cuando está bien y disfruta. Tratamos de cuidarle para que esté todos los minutos posibles en el terreno de juego.

–¿Espera que sigan Borja Iglesias y Moriba?

Sí. Estoy muy contento con ellos, con su rendimiento. Luego hay temas económicos que se me escapan. Los dos quieren estar, el club quiere que estén y yo también. Luego hay que cuadrar los números.

–¿Cree que el club puede asumir ese coste económico?

Soy positivo y confío en que sí.

–¿Quiere que siga Carreira?

Claro que quiero. Está haciendo una temporada muy buena, pero tiene que ver con números, con espacios. El club está en la misma línea y están en conversaciones. Con tranquilidad. No es algo que me preocupe de cara al año que viene.

–¿Guaita se despide en Getafe? Lo parecía con su mensaje que sonaba a despedida.

Me dijeron esto y vi la publicación y no lo veo como una despedida. Cada uno puede verlo como quiera. Cuando acabe la temporada tomaremos un café con todos y hablaremos de qué podemos hacer con cada uno y qué punto de encuentro podemos tener. A mí no me ha dicho que se vaya a ir ni yo le he dicho que se va. Al acabar la temporada lo decidiremos.

–¿Y no le preguntó?

Nos reímos, pero para vacilar con estas cosas ya está el vestuario. Está tranquilo.

–¿Mingueza?

Como para hablar de los que acaban contrato no este año sino el siguiente. Todos sabéis que me gusta, tiene una enorme importancia en el equipo, juega en muchos roles, nos da variabilidad. Ha hecho una temporada muy buena y tiene margen de mejora. Me gustaría que estuviese aquí, pero tiene que ver con el mercado y veremos qué pasa. Es que estoy contento con la plantilla que tengo y no pienso en otros jugadores.

«Tenemos una plantilla que no hace falta motivarla»

–¿Asume que perderá algún jugador al que quiere?

Somos el Celta y sabemos que cada año hay cambios. Asumo que alguno saldrá, es inevitable, y ojalá sean los menos. No es imposible que se vaya alguien.

–¿Puede mantener lo que dijo en abril sobre Alfon?

Sí. No tengo constancia de nada más. Y veo a Alfon igual. Marcó a la Real, ha hecho buenos minutos ante el Rayo, entrena como un animal todos los días, le veo ir al gimnasio como hace siempre. Le vacilan los compañeros todos los días, pero cuando acabe la temporada veremos qué pasa con cada uno de ellos.

–¿Se imagina entrenando a un Celta con Gabri Veiga y Bajcetic?

Sí, claro que me lo imagino. De hecho, ya les entrené, pero sí lo imagino. Son dos buenos jugadores, son de mi agrado y ya veremos qué va pasando. Pero de momento es mejor centrarse en Getafe, a ver si podemos celebrar algo muy bonito.

–Si tuviese que elegir un partido de esta temporada, ¿con cuál se quedaría?

El más completo fue el de la Real Sociedad en Vigo; el más bonito el del Betis. Fue un carrusel de emociones y un día muy marcado. Veníamos de un mes de malos resultados y sabíamos que era un rival poderoso, difícil de contrarrestar. Fue un punto de inflexión importante en la temporada seguramente más para la gente de fuera que para la de dentro. El partido del Bernabéu en Copa fue bonito en lo emocional; y hay otros como el Villarreal allí, el Valencia. Hemos tenido partidos muy bonitos. Por lo general hemos tenido más partidos para disfrutar que para sufrir. A veces con juego bueno, otras veces con juego estable…

«¿Borja y Moriba? Ellos quieren, el club quiere y yo quiero»

–¿Se imagina el próximo año un Celta con más canteranos todavía en el primer equipo?

Estamos viendo que hay muchos chicos con ficha del B jugando partidos importantes este año. Sí, me lo imagino.

–Sorprende que todos los canteranos le valgan. Suben al primer equipo y ofrecen rendimiento inmediato. ¿Es por su culpa, de los futbolistas o de la dinámica que ha generado el club para que asuman el cambio con naturalidad?

Es todo. Si el cambio es menor entre aquello a los que están acostumbrados en la cantera y los funcionamientos del primer equipo, no solo en cómo juega sino en el vestuario, en los intangibles que hay detrás, hace que el salto sea menor. Y luego que los jugadores están preparados sino no serían capaces de salir y enfrentarse a los mejores jugadores del mundo con la exigencia que hay en Primera División. El cambio es menor, el salto es más natural y has visto gente que te ha demostrado que hacer ese cambio no es tan complicado y tú te has preparado para salir ahí. Hablamos del proceso, pero el que tiene el verdadero valor es el futbolista que sale y es quien lo hace sin haberlo hecho nunca, que pasa de Barreiro al Bernabéu. El mérito es tener a los jugadores preparados para ello y eso muestra por qué unos del Fortuna han tenido la oportunidad y otros no. Pues porque tienen que seguir preparándose y es un mensaje para todos los canteranos. Va a haber hueco, pero tienen que petar con mucha fuerza y estar preparados para tener la oportunidad. Y que cuando la tengan hay que salir y hacerlo muchas veces…no vale con una o dos.

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