Al Celta le queda otra bala

El Rayo Vallecano conquista Balaídos con goles de Isi y De Frutos y posterga la fiesta europea del Celta, que depende de sí mismo en la última jornada contra el Getafe. Íñígo Pérez volvió a ganar la partida a Claudio Giráldez en otro igualado duelo con un buen plan de partido y mejor aprovechamiento de los cambios.

Marcos Alonso celebra
su gol de penalti.
| Alba Villar

Marcos Alonso celebra su gol de penalti. | Alba Villar

Vigo

«¡Cuidado con la fiesta que nos la quitan de los fuciños!». La profética sentencia de Arsenio Iglesias en aquella famosa Liga que el Deportivo perdió de forma cruel en el último suspiro le rondó ayer la cabeza a más de uno en Balaídos. El Rayo aguó el festejo al Celta y arruinó el baño en Plaza de América, pero no corta las alas a los chicos de Giráldez, que tienen una última bala para certificar la clasificación europea en el campo del Getafe.

La decepción por una derrota inesperada no desmerece la gran campaña firmada por los celestes, que dependen todavía de sí mismos para conseguir un premio con el que nadie contaba. El Celta se garantiza plaza en la Europa League si gana en el Coliséum, pero también le vale repetir el resultado del Rayo y Osasuna (o de uno de ellos) e incluso podría garantizarse una puesto en la Conference, si pierde contra los de José Bordalás y Osasuna no pasa del empate en Mendizorroza. El rival del Celta ya no se juega nada en la jornada postrera, pero tampoco lo harán el Alavés ni el Mallorca, que acaba LaLiga en Vallecas y ayer fue descabalgado en de la pelea europea por el Getafe.

Sin hacer un mal partido, pese adelantarse muy pronto en el marcador, los celestes regalaron casi todo el primer tiempo y no fueron capaces en el segundo de voltear los goles de Isi y De Frutos.

Un penalti engañoso

Todo parecía rodado cuando en el minuto 7 Pulido Santana señaló el punto de penalti en el área franjirroja tras una buena combinación entre Mingueza, que sorprendió entrando en el área rayista a pierna cambiada , y Williot. El catalán puso un buen centro que Lejeune interceptó con la mano. Marcos Alonso se hizo cargo y definió a lo Panenka, elevando sutilmente la pelota sobre Batalla.

Medio tiempo regalado

El primer paso estaba dado, pero como tantas veces ha sucedido esta temporada, los celestes navegaron peor con viento a favor que con el marcador en contra. No ajustó bien el conjunto celeste la presión en campo rival y el Rayo pudo moverse con demasiada soltura y encontrar centros fáciles al área céltica que acabaron resultando fatales.

Isi firmó el empate a los diez minutos de que el Celta se pusiese por delante al cabecear sin oposición un buen servicio del Pacha Espino al punto de penalti. El murciano se anticipó a Marcos Alonso, que se durmió en la marca, y remató a placer, haciendo estéril la estirada de Guaita. El segundo lo hizo en el descuento del primer tiempo De Frutos, tras recoger en el cogollo del área un buen centro de Lejeune y recortar a Yoel Lago antes de fusilar a Guaita.

Íñigo gana otra batalla

El partido, además de un duelo entre aspirantes europeos, ponía de nuevo frente a frente a dos de los jóvenes entrenadores más prometedores de LaLiga.

En lo que respeta a duelos particulares, el técnico del Rayo volvió a superar a Claudio, que solo ha logrado sumar un punto (merced al empate sin goles firmado el curso pasado en Balaídos) en tres enfrentamientos contra su homólogo vasco.

Íñigo venció en Vallecas por un estrecho margen y repitió en Balaídos en otro duelo igualado que el estratega vasco se llevó en la pizarra y en el campo. El estratega vasco fue mejor en el planteamiento, ahogando la salida de pelota de los celestes con muy buena presión de los puntas, y también con los cambios, refrescando el medio campo en el momento en el que el Celta se le estaba subiendo a las barbas.

Marcos alonso

El veterano zaguero celeste recibió antes del partido el trofeo al mejor futbolista del Celta esta temporada, un galardón sobradamente merecido que paradójicamente recibió en el que seguramente ha sido su peor partido desde que se incorporó unió a las filas celestes. No estuvo fino en la marca y tampoco con la pelota encontró el madrileño líneas seguras de pase para quitarse de encima a un adversario que presionó con mucha intensidad durante todo el partido.

El Rayo salva los muebles

Los cambios (primero Aspas, luego Hugo y Alfon y finalmente Carlos y Borja) mejoraron al Celta, que en el segundo tiempo tuvo más tiempo la pelota y fue capaz de generar un par de ocasiones muy claras que el Rayo salvó con bastante fortuna: Baillú sacó bajo palos un disparo de Fer López a un balón rechazado por Batalla tras un buen remate de Williot y, ya casi al final, al portero del Rayo le cayó en las manos, tras pegar en la nuca de Pathé Ciss, un remate de cabeza de Javi Rodríguez que buscaba la red.

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