Giráldez, como Helenio Herrera
El porriñés doblegó al Sevilla jugando todo el segundo tiempo con uno menos meses después de derrotar a domicilio al Las Palmas con 9 sobre el campo durante 45 minutos

Los jugadores celestes protestan al árbitro la expulsión de Marcos Alonso ante el Sevilla / Marta G. Brea
Claudio Giráldez ha roto todo tipo de esquemas desde su llegada al primer equipo del Celta hace poco más de un año. El entrenador porriñés mantiene al conjunto celeste bien posicionado en la pelea europea con un irreverente grupo de talentosos chavales y un fútbol eficiente y de trazo vigoroso que ha situado al Celta como uno de los equipos que mejor fútbol de ataque practica en esta Liga. Un equipo de autor (ya nadie duda de eso), mutable en la elección y disposición de las piezas, pero siempre dispuesto a mirar hacia el portal contrario con independencia del momento o el resultado.
Una evidente prueba de este talante voraz ha sido el último triunfo firmado, con uno menos sobre el campo, sobre el Sevilla el sábado en Balaídos, donde el louriñés certificó con brillantez sobre el verde la famosa máxima del legendario entrenador argentino Helenio Herrera: “Se juega mejor con diez que con once”.
Decisiones
Eso precisamente hizo el Celta el pasado sábado cuando Marcos Alonso tuvo que enfilar el camino del vestuario tras ser expulsado con roja directa en el descuento del primer tiempo. Un contratiempo severo que comportó un penalti y el empate del Sevilla, pero que Giráldez y sus chicos encajaron sin descomponerse ni perder de vista la portería rival. Y eso que quedaban más de 50 largos minutos por delante.
Los celestes no se limitaron, como unos meses antes en Las Palmas, a resistir. Giráldez dejó en el banquillo a Aspas y Damián y reajustó el esquema con Beltrán y Javi Rodríguez para compactar el equipo en defensa y buscar transiciones rápidas con las que sorprender al rival. Así llegó el gol de Mingueza, que remachó en boca de gol en el segundo palo un gran centro de Beltrán tras una buena combinación entre el madrileño y Hugo Álvarez.
Blindaje
El siguiente movimiento del técnico celeste fue blindarse –al Sevilla no le quedaba ya otro remedio que lanzarse a la desesperada en busca del gol–, con la entrada de Franco Cervi y Ristic, dos futbolistas que apenas habían participado esta temporada, pero que aportaron intensidad y rigor al balance defensivo. La gestión de la ventaja fue cómoda, casi fácil. Guaita solo tuvo que intervenir una vez (con una gran parada a un cabezazo a bocajarro de Lukebakio) antes de que Borja Iglesias, ya casi con el tiempo cumplido, aprovechase un error fatal de Gudelj para hacer el tercero y poner patas arriba Balaídos. En medio de la fiesta, Kike Salas encontró un rechace para marcar en el séptimo minuto del descuento el segundo del Sevilla, sin tiempo ya para nada más.
Pero Giráldez no solo ha hecho buena la famosa máxima del inventor del catenaccio con uno menos en el campo. También ha conseguido plasmar sobre el verde el dicho de Herrera con dos menos. Ocurrió en octubre pasado, en el Estadio de Gran Canaria, frente a Las Palmas, con mayor polémica, si cabe. En un abrir y cerrar de ojos, entre los minutos 52 y 57, Cordero Vega expulsó a Ilaix Moriba y Iago Aspas, obligando al Celta a cavar una trinchera en torno a Guaita para defender el gol que Borja Iglesias había anotado antes de cumplirse la primera media hora de juego. El guineano, que había recibido amarilla en el primer tiempo, recibió la segunda por una falta dudosa y Iago, que protestó la jugada como capitán, recibió dos amarillas casi consecutivas por sus tibias protestas. Carrión, el técnico amarillo, sacó todo lo que le quedaba en el armero en busca del empate, pero el Celta se defendió con orden, sin descomponerse, e incluso amagó peligro a la contra con Douvikas y Pablo Durán arrimados a los costados para salir disparados en los robos y alejar el balón del portal celeste. En los minutos finales, con el equipo al borde de la extenuación por el cansancio, Giráldez dio entrada a Carlos Domínguez y a Cervi para reforzar el blindaje y certificar, en una noche épica, el primer triunfo a domicilio de la temporada
Minutos finales
El Celta ha concluido en inferioridad numérica otros tres partidos este curso, aunque las expulsiones llegaron en este caso en los minutos finales de los encuentros y no tuvieron demasiada trascendencia. Dos de ellas acabaron en derrota y otra en victoria. Las derrotas en inferioridad numérica se produjeron en El Sadar, en la tercera jornada contra Osasuna, y en la decimonovena, en el campo del Rayo Vallecano. Frente a los rojillos, Alfon fue correctamente expulsado en el minuto 80 por dar involuntariamente una patada en la cara a un rival cuando los celestes ya perdían por 3-1; en Vallecas, fue Marcos Alonso el que, por doble amarilla, enfiló el camino de la ducha con el partido en el descuento y el marcador 2-1.
También en el descuento del partido contra el Leganés fue expulsado por doble amarilla Óscar Mingueza, sin incidencia en el resultado, en un partido con victoria y remontada del Celta.
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