Borja Iglesias revela en 'La Revuelta' el peor momento de su carrera

Un programa sin público y prácticamente a oscuras, pero con Borja Iglesias de invitado. El jugador gallego del Celta acudió este martes a 'La Revuelta' de David Broncano y su entrevista se emitió tras el bum nacional por el gran apagón. Sobre su futuro, el picheleiro confesó: «¿Quién sabe? Yo estoy muy contento, vivo en mi casa y estoy en el equipo del que he sido desde pequeño».

El programa de ayer fue excepcional, pues no estaban en funcionamiento todas las luces y se hizo sin espectadores en el Teatro Príncipe Gran Vía. Para suplir lo segundo, no se pudo hacer nada, pero para lo primero, Broncano llevó una linterna gigante traída de casa para alumbrar en caso de necesidad.

El convidado de este martes fue el delantero del Celta Borja Iglesias, que regresó al espacio televisivo durante otra «incidencia», como recordó el presentador de Jaén: «Una vez viniste y diste positivo en covid», le comentó. También rememoraron la ocasión en la que el Panda se quedó fuera de la lista definitiva para el último Mundial y acudió al programa mientras jugaba España contra Japón.

Tras especular sobre lo que habría ocurrido de suceder el apagón en Navidad en Vigo, hablaron sobre el 'hat-trick' que le endosó al Barça en el último partido en Montjuïc. «A los tres días volvimos a jugar y ganamos 3 a 0» contra el Villarreal, se defendió el ariete.

Reveló además que se encuentra en un nivel de felicidad alto, incluso por encima de la media en el mundo del fútbol. Sin embargo, también mencionó que había pasado por momentos duros en los que no tenía ganas de seguir jugando al fútbol: «He tenido mis momentos, hace un par de años... Estaba un poco desencantado con mi profesión», le admitió a Broncano, que se sorprendió.

«Pasa más de lo que se dice», sentenció el delantero de Santiago de Compostela. También aprovecharon para reivindicar que los hombres pueden igualmente mostrar sus emociones: «En general, al hombre no se le permite mucho decir que está mal o está triste», reflexionó.

Añadió además que intenta «encontrar los momentos» para que, cuando está más bajo de ánimos, «salir a disfrutar». «Soy un disfruón, disfruto mucho el día a día, me gusta mucho el ambiente de vestuario», abundó. Para finalizar, opinó, en clave de humor, que es más fácil cambiar las dinámicas emocionales de los equipos que meter goles.