Regreso a un Bernabéu agitado

El Celta visita el domingo a un Real Madrid que perdió la final de Copa y que está pendiente del futuro de Ancelotti y de las sanciones a Rüdiger y a Bellingham por su expulsión en La Cartuja

Giráldez recupera a Starfelt y dispone de toda la plantilla

Vinícius centra un balón al área del Celta ante Javi Rodríguez y Mingueza, en el Bernabéu, en enero.

Vinícius centra un balón al área del Celta ante Javi Rodríguez y Mingueza, en el Bernabéu, en enero. / Oscar J. Barroso

Vigo

El Celta regresa el domingo al Santiago Bernabéu (14 horas), donde en enero quedó apeado de mala manera de la Copa, para disputar la trigesimocuarta jornada de Liga ante un Real Madrid que se reencontrará con su afición tras perder la final copera ante el Barça y pendiente del futuro de su entrenador, Carlo Ancelotti, y de las sanciones a Rüdiger y a Bellingham por sus expulsiones en La Cartuja. Los célticos, por su parte, acudirán a la cita con la ilusión de sumar una victoria que les asiente un poco más en la séptima plaza tras golear al Villarreal. Claudio Giráldez recuperará a Starfelt para gobernar el eje de la defensa y dispone de toda la plantilla para medirse a un rival que en la primera vuelta ganó con apuros en Balaídos (1-2).

Al Real Madrid ya solo le queda la opción de LaLiga para intentar salvar una temporada en la que dijo adiós a la Champions en los cuartos de final y vio cómo su eterno rival le privaba de la Copa y le aventaja en cuatro puntos en la competición regular cuando restan cinco partidos, entre ellos el clásico del 11 de mayo en Montjuic.

La resaca de la derrota copera puede dejar graves secuelas en las filas madridistas después del comportamiento de varios jugadores al finalizar el partido ante el Barcelona. El árbitro De Burgos Bengoetxea expulsó a Lucas Vázquez, a Rüdiger y a Bellingham por sus airadas protestar. El alemán y el inglés se enfrentan a sanciones de 4 a 12 partidos, según apuntó ayer Isaac Fouto, en la Cadena Cope. Rüdiger, según el colegiado vasco, lanzó «un objeto desde el área técnica sin llegar a alcanzar» a De Burgos Bengoetxea. Además, el jugador «tuvo que ser sujetado por varios miembros del cuerpo técnico, mostrando actitud agresiva», recogió el colegiado. El inglés, según el mismo acta, mostró «actitud agresiva, teniendo que ser sujetado por sus compañeros».

Pendientes de Competición

Tanto el zaguero alemán como el centrocampista inglés podrían causar baja ante el Celta si el Comité de Competición les impone una sanción de cuatro o más partidos. En ese caso, tendrían que cumplir el castigo en la Liga. Si fuese menor las sanción, la cumplirían en la próxima edición de la Copa del Rey. Hasta que no se conozcan las resoluciones del Comité de Competición, Ancelotti no sabrá si tendrá a su disposición a Rüdiger y a Bellingham, dos piezas indispensables en el esquema de juego de los blancos, para el partido del Celta y también para el del clásico con el Barcelona, en el que se jugará sus opciones de ganar el campeonato si primero es capaz de superar al equipo vigués.

La última vez que blancos y celestes coincidieron en una competición fue el enero pasado en los cuartos de final de la Copa del Rey, que se jugó a partido único en el Bernabéu. El Real Madrid abrió el marcador con un gol de Mbappé antes del descanso y amplió la diferencia tras el descanso con un tanto de Vinícius. El Celta, sin embargo, no le perdió la cara al partido y en el minuto 83 acortó diferencias con un gol de Bamba y empató en el descuento gracias a un penalti transformado por Marcos Alonso. Pese a la controvertida actuación de los árbitros Munuera Montero en el campo y de Hernández Hernández en el VAR, el equipo gallego forzó la prórroga con muchas opciones de superar la eliminatoria. Pero Endrick, al que le perdonaron la expulsión por una dura entrada a Starfelt, hizo dos goles más en el tiempo añadido y con el de Valverde el Real Madrid completó la goleada para pasar a las semifinales de un torneo que acabó cediendo a su eterno rival después de amenazar con no disputar la final si no se cambiaba a los árbitros designados para ese partido porque en la víspera habían denunciado la campaña de presión emprendida por el club blanco contra el estamento arbitral a través de su canal televisivo.

Para el partido del domingo contra el Celta también se hablará mucho probablemente del árbitro que se designe. Además, el Real Madrid estará pendiente también de cómo reaccione su afición tras el nuevo fracaso en la Copa del Rey, que elevará la presión sobre el equipo para buscar una victoria, pues conocerá el resultado del Barcelona en su visita al Valladolid, que ya está descendido y que recibe a los azulgrana en Zorrilla la noche del sábado.

Si se confirmasen las bajas de Rüdiger y Bellingham por sanción, Ancelotti tampoco podrá contar para el duelo contra los célticos con los lesionados Mendy, Carvajal, Militao y Camavinga. El técnico italiano agota sus últimos partidos con el equipo merengue, a pesar de que le resta un año más de contrato. Xabi Alonso aparece en el horizonte como su sustituto.

Por todo ello, en el Bernabéu se espera un ambiente enrarecido el próximo domingo, que podría agravarse si el Celta da la sorpresa y se lleva los tres puntos de un campo en el que en enero estuvo a punto de generar la primera gran crisis blanca de la temporada. Lo impidieron unas controvertidas decisiones arbitrales, mientras el cántico favorito del madridismo en La Cartuja fue: «Corrupción en la Federación», como protesta por las actuaciones de los árbitros.

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